Un dios salvaje

Crítica de Patricia Relats - El Espectador Avezado

“Un Dios salvaje” es una adaptación de la obra teatral que el año pasado estuvo en Buenos Aires. Con esto, la historia que narra no debería ser extraña para nadie: dos parejas que se reúnen a hablar porque sus hijos se han peleado y quieren buscar la forma de solucionarlo, simple no?. A la luz de los eventos, verán que no todo lo que parece accesible lo es en estos tiempos...

A lo largo de la hora y veinte (¿Nada más? Sí, dura eso) de toda la película podemos ver cómo se van revelando cuestiones de cada pareja, que después se transforman en luchas de los sexos por momentos y donde todos mantienen un personaje consistente. Hay un poker de ases fuertes: los 4 elegidos para sostener y vivir la historia son cuatro experimentados actores: Christopher Waltz, John C. Reilly, Jodie Foster y Kate Winslet... Había que pensar en un cast de esa envergadura para dar forma a esta adaptación. Para remarcar los trabajos de estas últimas que por más componen sus roles un poco fuera de registro, (maníacas innecesarias, por momentos), sus personajes siempre le ponen el cuerpo a muchos minutos en escena en los que hay movilizaran al espectador con una gran economía de recursos físicos y materiales, lo que habla de su reconocida capacidad.
"Carnage" es un drama...claustrofóbico. Fuerte y ampuloso, inicialmente lento y sincopado en el cierre. Es una producción que sigue la línea de lo que ya le conocemos a Roman Polanski: un recorte geográfico, espacio cerrado que se constituye en una especie de encierro, mucho diálogo interior que se enciende al contrastar personajes, alguna vuelta de tuerca oscura que tiene más aristas de las que se ven al principio y...una curva ascendente que posee una gran violencia contenida. Así filma. No es la excepción este trabajo, podrá gustarte o no, pero sabés adonde va el hombre.
Sus actores en general entienden cómo funciona el juego y son guiados para llegar a buen puerto. Eso pasa aquí a medias.
El riesgo siempre de llevar una obra teatral al cine con los códigos cuasi teatrales es el previsible: excesivamente hablada, con diálogos que construyen acción (donde en cine no es tan necesario), detalles casi ridículos y poca variación.
No hay mucho para hablar en cuanto a decorados, ambientación y demás. Si no fuera por una mención de la ciudad (Brooklyn, pero Polanski no filmó ahí porque tiene vedada la entrada a EEUU, se rodó en un estudio en París), ni siquiera sabríamos dónde están ya que siempre se encuentran en el mismo departamento donde se organizó la reunión.
Sabemos la muñeca que tiene Polanski para dirigir, pero este trabajo no nos pareció con el relieve necesario a la hora del balance final.
Honestamente, te tienen que gustar los dramas en teatro para que "Carnage" te cierre. Si sos público habitué de las salas y no de las tablas, te va a costar disfrutarla. Eso sí, destaco la interpretación de las mujeres: verlas es un auténtico placer.
De lo mejor que he visto de ámbas en años. Más allá de eso, los posibles espectadores, deberían evaluar la propuesta un poco antes de decidirse a encerrarse en este departamento...