Un amor inseparable

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Una más que bienvenida comedia que coloca en el centro de la historia el choque cultural que nace a partir de un romance que trae inconvenientes familiares. Un amor inseparable está basada en la historia real del actor de stand up, Kumail Nanjiani, un musulmán de origen pakistaní que llegó a Estados Unidos a los 18 años para estudiar y que se instaló con su familia en Estados Unidos. Además de protagonizar la película, Kumail escribe el guión junto a su mujer de la vida real Emily V. Gordon, encarnada en la ficción por Zoe Kazan.

A medida que la relación entre ambos avanza, los problemas crecen porque la familia de él es estricta con respecto a las traidciones y su futuro, pero todo se complicará aún más cuando ella enferma y es inducida a un coma que acerca a Kumail a la familia de su novia.

La película es una carta de amor, fresca, inteligente, sensible y también políticamente incorrecta, que une los mundos de personas que se aman más allá de las barreras culturales que se les presentan. El film hace referencia al mundo de los actores -se cita a Daniel Day Lewis- y hasta se permite bromear con el atentado a las Torres Gemelas.

Alejada delas comedias insulsas y de receta fácil que ofrece el cine mainstream norteamericano, Un amor inseparable se destaca por la calidad actoral, los buenos roles secundarios y la riqueza de una historia que pinta a dos familias distintas que intentan sobrevivir pese a los osbtáculos.

Una de las mejores comedias de los últimos años, con la producción del reconocido en el género, Jude Apatow y dirección de Michael Showalter. El elenco incluye a Ray Romano y a una siempre convincente Holly Hunter como los padres de Emily, que también atraviesan una crisis matrimonial, y a los actores Zenobia Shroff y Anupam Kher, como los progenitores de Kumail. 

Una comedia romántica que da en el blanco y que balancea el humor y el drama en dosis exactas, sin olvidar la emoción que aflora en varias escenas, entre el matrimonio concertado, la "convivencia forzada" y un micrófono que expone las miserias humanas en clave de humor.