Última pieza

Crítica de Mariana Zabaleta - Subjetiva

Última pieza sorprende, por su madures y delicadeza. La cálida manufactura de esta propuesta no despunta ninguna hilacha, reconforta aún más saber que se trata de una opera prima y que el equipo de trabajo involucrado está conformado por jóvenes profesionales.

La historia versa, a modo superficial, sobre la relación laboral y emocional entre el maestro mayor de obra y su ayudante. La técnica y el oficio, así como también la herencia de las herramientas, es cosa bien compleja. La elección de la ficción responde en gran parte al deseo de su director de volcar su experiencia de vida: “Decidí contar esa historia breve basándome en mi propia experiencia trabajando con mi papá.” Ejercicio complejo pero que dota a la propuesta de la madurez característica de una vida forjada entre diversos mundos.

La historia inicia con una tragedia, el laburo en obra suele considerar el cuerpo de los trabajadores como una herramienta más, el desgaste y el peligro son presencias constantes del oficio y se suma a ello el característico estilo de precarización que acontecen en estos espacios. El trabajo de puesta en escena facilita familiarizarse con la historia y compenetrarse con los hechos. La actuación de Néstor Ávila (como Edgardo el capataz) es realmente notable, permitiendo empatizar prontamente con el resto de los personajes.

Última pieza se permite batallar y ganar territorio contra todo pronóstico, desde su aguerrida producción hasta en el más mínimo detalle presente en pantalla, la pasión puesta en servicio de una historia honesta nos permite (sin dificultad) encontrar un desenlace tan confortable como sabio.

ÚLTIMA PIEZA
Última Pieza. 2021, Argentina
Dirección y guion: Luciano Romano. Interpretes: Javier Vaccaro, Nestor Villa, Rocío Bertinat, Jesús Catalino, Julio Fernandez, Sol Fiocca, Renata Flood. Duración: 67 minutos.