Tropa de héroes

Crítica de Mariano Patrucco - EL LADO G

Sin la necesidad de caer en cuestionamientos ideológicos sobre la guerra de Afganistán, Tropa de Héroes nos presenta un relato bélico visto y masticado mil veces, que no lo diferencia en nada de los otros cientos de films pro-guerra que salen año a año.

Tropa de Héroes (12 Strong) está basada en una novela de no-ficción Horse Soldiers, de Doug Stanton. Dicho libro cuenta la historia real, que se mantuvo clasificada durante años, del grupo de fuerzas especiales que arribó en Afganistán inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 para capturar un punto estratégico y facilitar la llegada de las tropas americanas.

Estos doce hombres tuvieron que trabajar codo a codo con los caudillos afganos de la Alianza del Norte y la Fuerza Aérea Norteamericana para avanzar en Afganistán y hacer retroceder al ejército talibán. Los estrategas militares más optimistas aseguraban que la operación llevaría más de un año en concretarse, pero los soldados a caballo lograron su objetivo en menos de un mes.

El Capitán Mitch Nelson (Chris Hemsworth) está en plena mudanza cuando ve en las noticias como dos aviones se estrellan contra el World Trade Center. Inmediatamente se ofrece como voluntario para liderar una fuerza especial que será enviada a Afganistán. El Suboficial Hal Spencer (Michael Shannon) está cerca de retirarse del servicio activo, pero solicita ser asignado a esta última misión. Junto a ellos se encuentran los Sargentos Sam Diller (Michael Peña) y Ben Milo (Trevante Rhodes) y otros ocho soldados, ellos serán la primera tropa norteamericana destinada a contraatacar a los talibanes.

Este pequeño grupo de 12 hombres deberá enfrentarse a la totalidad del ejército extremista islámico, pero no estarán solos para esta tarea. Contarán con el apoyo del General Abdul Rashid Dostum (Navid Negahban), un militar afgano que hace años viene luchando contra los talibanes. Para movilizarse en un terreno tan inhóspito los soldados deberán avanzar a caballo.

No hay necesidad de ahondar en el “discurso” de la película y su visión pro-guerra que en ningún momento se atreve a cuestionar las verdaderas motivaciones de Estados Unidos en la guerra, sino que nos muestra un grupo de soldados de sangre caliente obsesionados con el deber y alimentados con cantidades industriales de patriotismo, buscando venganza contra los que atacaron a su nación.

Hemsworth cumple en su rol de líder militar y en ningún momento le pesa el protagónico, los secundarios acompañan bien (aunque Michael Peña y Michael Shannon se sienten bastante desaprovechados) y aprueban con lo justo. La cinematografía es correcta y las escenas de acción están dirigidas mas o menos bien, aunque todas se sienten bastante iguales.

Pese a lo único de la premisa (la imagen de soldados a caballo disparando ametralladoras tiene una cualidad extrañamente majestuosa) uno siente que esta historia ya fue contada muchas veces antes por gente mucho más talentosa y de mejor manera. La extensión de la película tampoco ayuda, a lo largo de sus casi 130 minutos conocemos muy poco a nuestros protagonistas, así que no nos importa mucho lo que les pase.

Además, la mayoría de las escenas de acción que suceden durante la primera mitad del film están completamente desprovistas de cualquier tipo de emoción genuina. Literalmente, todo lo que los personajes hacen es vociferar coordenadas a un teléfono y esperar que llegue el ataque aéreo desde una montaña a lo lejos.

Tropa de Héroes termina redondeando un espectáculo apenas competente, hace lo justo y necesario para no ser una película mala y mantener al espectador entretenido por momentos, pero no mucho más que eso.