Tortugas Ninja 2: Fuera de las sombras

Crítica de Ayelén Turzi - La cuarta pared

A la hora de entrar a la sala a ver Tortugas Ninja 2, hay dos cosas que tenemos que saber: en primer lugar, que es claramente una cinta marketinera orientada no solo a cortar tickets, sino también a vender muñequitos. Y, por otro lado, no dejarnos nunca engañar respecto a la comparación con su predecesora: que la cinta dirigida por Dave Green sea mejor que la bazofia de Jonathan Liebesman no significa que sea genuinamente buena.
En una trama construida muy a los ponchazos, Destructor escapa de la cárcel y, por casualidad, se encuentra en otra dimensión con Krang, quien le encarga reunir tres piezas caídas en diferentes lugares de la Tierra para abrir un portal interdimensional a través del cual ambos podrán desembarcar en nuestro planeta con el Tecnódromo y conquistarlo. La huida de Destructor da entrada a la trama a Casey Jones (Stephen Amell, el mismo de Arrow), un novato policía encargado de trasladarlo, mientras que, por otro lado, la complicidad de Baxter Stockman (Tyler Perry) termina de involucrar en el asunto tanto a Las Tortugas como a April O'Neal (Megan Fox), quienes en conjunto lo estaban investigando.
Absolutamente toda la historia avanza con una especie de fórmula que es más o menos así: Diálogo informativo sin sustento sobre lo que van a hacer - Acción desenfrenada y vértigo donde no se entiende una goma qué pasa - Diálogo explicativo sobre si se consiguió o no el objetivo y cuál será el próximo paso a seguir. Y así, en una duración quizás excesiva para lo poco que se está contando, con personajes sin motivaciones claras, prácticamente caricaturescos, transcurre la totalidad de la película. Eso sí: si entrás en esa dinámica, sin exigencias, no te aburrís nunca.
Tortugas Ninja 2 tiene, de todos modos, varios aciertos respecto a su predecesora, como el aspecto físico de Destructor (más fiel a su diseño original) y la introducción de los nuevos personajes, que suman muchísimo: Bebop y Rocoso (que, a pesar de partir de un polémico origen, se roban la película), un monumental y temible Krang, y un Casey Jones que afortunadamente no es Amell "siendo Oliver Queen", sino un personaje mucho más liviano y juvenil que no desentona con el resto. La secuela también corrige sobre quién se sitúa el eje de acción: ya no es la película de April, sino que las que llevan la acción adelante realmente son las Tortugas, quienes, a pesar de mantener ese nuevo aspecto espantoso, muestran un costado (más) humano con debates sobre su identidad y su hermandad, comenzando así a esbozar algo de profundidad sobre los personajes. Profundidad que no prospera, claro, ¡pero algo es algo! Y está muy bien utilizado en el global de la trama el personaje de Vernon Fenwick, quien de hecho protagoniza la escena más graciosa de la película.
Toda la liviandad que presenta la trama, como el uso del humor, hacen parecer a la película como una propuesta completamente estúpida si vas al cine esperando ver El Padrino. Pero si sos consciente que te vas a enfrentar no solo a una propuesta pochoclera, sino a una película para niños, podés llegar a pasar un buen rato.
VEREDICTO: 6.00 - ¡BIEN IGUAL!
La primera entrega había dejado la vara súper baja respecto a lo que podíamos ver de Las Tortugas Ninja en el cine, y supusimos que cualquier continuación podría ser peor. No obstante, Dave Green logra darle un aire fresco a esta secuela, infantil, tonta e innecesaria, pero completamente amena y entretenida.