Thor: Un mundo oscuro

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Aventuras en universos paralelos

El segundo eslabón de las aventuras de Thor, el Dios del Trueno, comienza con lo ocurrido en el final de Los Vengadores: Loki (Tom Hiddleston), su hermano, es encerrado en una prisión de alta seguridad.

En medio de una trama alimentada por traiciones y ambiciones desmedidas, Thor: Un mundo oscuro enfrenta al superhéroe de Marvel (encarnado por el australiano Chris Hemsworth) con una antigua raza liderada por el vengativo Malekith (Christopher Eccleston) que desea sumergir al universo en la oscuridad. Loki es liberado y junto a Thor emprende un camino lleno de peligros al que se suma Jane Foster (Natalie Portman). y en medio de un elenco que repite a Anthony Hopkins como Odin, el Rey de Asgard; a Rene Russo en el rol de Frigga y al sueco Stellan Skarsgård, como el científico que coloca la cuota de humor necesaria al relato junto a sus dos ayudantes.

Thor: Un mundo oscuro eleva la puntería con respecto a la original (dirigida por Kenneth Branagh) y ahora Alan Taylor (quie viene de dirigir episodios de la serie El juego de los tronos) construye un film en el que el delirio y los universos paralelos se dan la mano para dar rienda suelta a la acción y la aventura. En ese sentido, las criaturas invasoras (con poderosas naves) recuerdan a Depredador y sorprenden varias secuencias a nivel visual (como el funeral de Frigga o la llegada de los villanos a La Tierra).

Todo aparece salpicadso por saludables cuotas de humor: en una escena se ve escudo del Capitán América y, en otra, Thor deja su poderoso martillo colgando de un perchero. La película tiene dos escenas agregadas después de los creditos: la primera disfrutable para los fans de Marvel, mientr