Tadeo, el explorador perdido

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Un producto digno y bien elaborado

Tadeo Jones es un albañil español, con vocación de arqueólogo. Reside en Chicago pero su sueño de niño era recorrer el mundo buscando tesoros perdidos.
Incomprendido por sus compañeros y estimulado por su abuela, alimenta un espíritu soñador que conserva de adulto y lo lleva a meterse en problemas cuando, en medio de la construcción de un rascacielos, se pierde entre las zanjas buscando algún objeto perdido con cierto valor histórico.
Es para chequear la autenticidad de uno de los tantos trastos encontrados entre escombros que Tadeo cae en el estudio del profesor Miguel Humbert en el preciso instante en que el profesional es llamado de urgencia por un colega que acaba de completar un importante hallazgo en Cuzco.
El siempre bien intencionado Tadeo lo traslada al aeropuerto, pero un accidente lo tienta a tomar el lugar del Humbert y llevar a Perú parte de la llave que abriría las puertas a Paititi, la ciudad perdida donde fuera trasladado el oro de los Incas.
Una vez en tierra latinoamericana, Tadeo se encuentra con la bella Sara, una limeña heredera de la profesión de su padre, el profesor Lavrof, y quien se maneja segura con la ayuda de Freddy, un vendedor ambulante y baquiano. Bienvenido, Tadeo siente que entrar en el mundo de aventuras que imaginó es sencillo, hasta que es secuestrado por matones de una malvada corporación de cazatesoros.
Liberarse y emprender un viaje por un territorio que esconde grandes misterios y un impresionante acerbo cultural serán desafíos que Tadeo asumirá junto con Freddy, un par de mascotas, y una Sara empeñada en devolverle al conocimiento y la ciencia el respeto perdido en pro de intereses de negociantes y contrabandistas.
El personaje de Tadeo parodia al de Indiana Jones en este largo de producción ibérica y distribución norteamericana --Paramount-- que se encargó de realizar un importante promoción.
Es una cinta que conserva la inocencia de las aventuras imaginables en juegos infantiles y los mecha con los guiños sarcásticos dirigidos al público adulto, siempre en base al personaje que encarnara para el cine de aventuras Harrison Ford.
Aunque goza de un trabajo visual bien elaborado y un guión digno, Tadeo... no resulta impactante. Quizás le falte la complejidad de cintas de grandes productoras que bombardean las pantallas con títulos a cuál más competitivo en procura de ganarse un público sin distinción de edades.
No obstante entretiene y puede resultar una buena opción para compartir con los chicos de la franja más joven de la familia.