Star Wars: El despertar de la fuerza

Crítica de Agustín Llanos - Madzine

Ha habido un despertar en la fuerza.

Hace un par de años cuando nos enteramos que Disney había comprado Lucasfilms, sabíamos lo que venía. La expectación era muy alta, la emoción mayor. Mientras pasaban las semanas, nos iban llegando noticias, la identidad del director, información del elenco que volvía y de los nuevos, fotos de las naves, los primeros trailers, y nuestro hype crecía inmensurablemente. Creo que nunca había ansiado ver una película como lo hice con Star Wars: El Despertar de la Fuerza. Es más, hace unos años yo había comprado la edición en blu-ray de la saga, y hace unos meses nos empezamos a juntar, una vez por semana, con amigos cinéfilos, para refrescar el contenido. Por otro lado, la presión de esta película era enorme. Pensemos en todos los fanáticos que pedían desde hace años una nueva película, que finalmente iban a poder disfrutar. No podía salir mal, no debía salir mal.

Pero ¿de qué trata esta nueva aventura? 30 años después de la derrota del Imperio, un nuevo grupo vuelve para completar lo que alguna vez Darth Vader y compañía empezaron, llamado La Nueva Orden. Del otro lado, está la incansable Resistencia, el grupo de rebeldes liderados por la generala Leia Organa. Al ver que el lado oscuro de la fuerza se está volviendo a despertar, no les queda otra opción que buscar a Luke Skywalker, el último Jedi, que luego de fracasar en su intento de volver a iniciar la orden Jedi, se retira a un planeta lejano. El mejor piloto de la resistencia, Poe Dameron, es enviado a Jakku para recuperar información esencial para encontrar a Luke, pero La Nueva Orden hará hasta lo imposible por frustrar sus planes. Nuevos personajes irán surgiendo, como Rey, Finn, Maz Kanata, el simpático BB-8, y los temibles villanos Kylo Ren y el general Hux. Pero también volveremos a ver a viejas caras conocidas, como la mencionada ex-princesa Leia, Han Solo, Chewbacca, C-3PO y RD-D2.

Debo decir que me sentí como un niño desde que se apagaron las luces. La estructura, los diálogos, la acción, las batallas, están basados en las tres películas originales, y están diseñados para que le llegue al espectador hasta la última fibra emotiva. Esto a muchos podría sonar como un truco o una maquinación marca Disney para vender más entradas. Y por un lado si lo es, pero también es lo que querían los fanáticos ¿o no? Hace unas semanas el mismo George Lucas, luego de haberla visto, declaró que no es la película que él hubiera hecho, pero sí la que le iba a gustar a los fanáticos. ¿La película es predecible? Muchas cosas sí, pero no me dió tiempo de ponerme a pensar en las acciones. Mi mente estaba enfrascada en los personajes, en las acciones, en lo peligros y en los descansos cómicos del genial Han-Solo.

ADVERTENCIA – CONTIENE ALGUNOS SPOILERS

Los personajes debe ser lo más destacado del guión escrito por J.J. Abrams, Michael Arndt (Toy Story 3, Little Miss Sunshine, Hunger Games 2) y Lawrence Kasdan (Star Wars Ep, V y VI, Indiana Jones). Rey es una joven recolectora de chatarra, esperando que su familia vuelva a buscarla. Su ingenuidad y el descubrimiento de los mundos fuera del desértico Jakku, nos remite inmediatamente al joven Luke Skywalker en Episodio IV, que se ve obligado a abandonar el planeta de Tatooine para salvar a una joven princesa que vió en un holograma en R2-D2. Luego tenemos a otro de nuestros protagonistas, Finn, o también conocido como FN-1128, su nombre de Stormtrooper. Es un soldado de la Primera Orden, como otros miles de soldados vestidos en el uniforme blanco, que luego de enfrentar su primer batalla y ver a uno de sus hermanos morir en sus brazos, decide abandonar la única vida que conoce y adentrarse al espacio profundo. Y finalmente el hermoso personaje de Kylo Ren, el hijo rebelde de Han y Leia que luego de fracasar en su entrenamiento con su tío Luke, se inclina por el lado oscuro de la fuerza para ser un alfil más en la guerra del líder supremo Snoke. Kylo Ren es por lejos el personaje más interesante en esta nueva saga. Por un lado vemos a este monstruo, con una máscara y estilos similares a Darth Vader, temido por todos y con un gran poder oscuro. Pero por el otro lado, cuando se saca la máscara, vemos a un niño perdido, luchando en contra de los impulsos que siente hacia el lado de la fuerza, que extraña a su padre y a su madre, pero que siente una responsabilidad muy grande al querer llenar el gran espacio que dejó su abuelo, Darth Vader.

La música vuelve a estar impecable de la mano de John Williams, el genio que nos realizó las bandas sonoras legendarias de Star Wars, Indiana Jones, Jurassic Park y muchas otras.

Otro gran aspecto para destacar, es algo que se vió muy criticado en las precuelas: El Despertar de la Fuerza utiliza muchos efectos mecánicos y materiales reales para los diferentes extraterrestres, las naves, etc, que claramente es superior a cualquier efecto digital que tal vez pierda cierta calidad con el paso de los años.

Sinceramente J.J. Abrams cumplió con lo que se esperaba. A pesar de haber dudado en algún momento de agarrar este hierro caliente, fue el director adecuado en el momento adecuado. Utilizó muchas de las ideas y estructuras viejas y las transformó en algo fresco para este nuevo episodio. Los personajes y los diálogos son entrañables, y al terminar la película, sentí la necesidad de saber que viene,

Puntaje: 10- Increíble, era todo lo que me esperaba para esta nueva entrega de la saga de Star Wars.