Sólo para parejas

Crítica de Martín Morales - Cine y Movies

NI “SOLO PARA PAREJAS”

Las comedias románticas muchas veces invocan diferentes temas que se repiten una y otra vez, y, dejando de lado algunas excepciones, muchas de ellas logran crear un mundo paralelo en el que reina la sobreactuación y la poca originalidad. Este es el caso de “Solo para Parejas” una cinta que vuelve a tomar como fuente los problemas matrimoniales para crear un humor que no logra destacarse en ningún momento.
Cuatro parejas deciden irse de viaje hacia una paradisiaca isla para tratar de ayudar a que una de ellas logre reencontrar el amor perdido con los años. Hombres que quieren divertirse, problemas maritales, peleas originadas gracias a los inquisidores terapeutas y diferentes dificultades son las circunstancias por las que ellos deben superar.
Luego de una larga y poco original introducción de los personajes, el film se embellece con una muy buena fotografía y unas tomas aéreas bien logradas, pero lamentablemente son pocos los segundos que este efecto logra permanecer en pantalla. El guión no presenta sorpresas y se sumerge en un sin fin de estereotipos que ya vimos en muchísimas películas del género. El hombre que quiere fiesta, la pareja dispareja entre un hombre mayor y una “niña” de veinte años que solo quiere pasarla bien, los repentinos cambios entre los matrimonios, el instructor por el que mueren las mujeres, la división entre casados y solteros, y así toda la narración.
El humor es poco divertido y el guión no ayuda a que dichos momentos logren sacarle una sonrisa al espectador. Jean Reno es el único actor que logra darle un toque satírico a su personaje y hacerlo disfrutable. Los trabajos realizados por Vince Vaughn, Jason Bateman y Jon Favreau no aportan nada al relato, son monótonos por momentos y poco expresivos por otros.
El principal problema de esta cinta es que, además de ser muy previsible, no permite darse un lugar para que diferentes cuestiones se introduzcan y otras se concluyan coherentemente. Hay cuestiones que no se aclaran y que perjudican en la credibilidad de la imagen. A su vez, la falta de un atractivo narrativo produce que la historia se vuelva extremadamente larga y aburrida.
Correctamente fotografiada y con una ruidosa y respetable música por momentos, esta no es solo una película que no desarrolla un humor fuerte y constante, sino que no representa, ni intenta hacerlo, la evolución de una pareja que quiere reencontrarse con el amor. Con mensajes vergonzosos y actuaciones regulares, esta película es “Solo para amantes incondicionales del género”.

UNA ESCENA A DESTACAR: el paneo por las playas, el único bello momento de la cinta.