Skyline: La invasión

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Jarrod (Eric Balfour) y su mujer Elaine (Scottie Thompson) concurren al cumpleaños de Terry. (Donald Faison).

Después de una noche de fiesta, alcohol y música desenfrenada, la mayoría de los concurrentes se quedan dormidos en el suntuoso departamento del agasajado.

Todo es “normal” hasta que son despertados a la madrugada por una increíble e intensa luz que confunden con un esplendoroso amanecer. Esta luz los atrae como si fuese el famoso túnel de la muerte con la luz al final, no tiene posibilidades de revelarse, esto no sólo se ve en los actos de los personajes sino que después lo aclaran, lo dicen por si no entendimos.

Las imagen que muestran son de objetos que provienen del espacio y se entierran en la tierra, con imágenes muy parecidas a “La Guerra de los Mundos” (2005) de Steven Spielberg, Pero son en realidad naves alienígenas, como en “Día de la Independencia” (1996), que no sólo han comenzado a sobrevolar Los Ángeles, sino en todo el mundo, pero eso no se ve, con la intención es abducir a todos los humanos y sacarles el cerebro.

Pero las naves por momentos parecen dinosaurios del estilo de “Jurasic Park” (1993) ¿Serán fanáticos de Spielberg? ¿O es decididamente plagio por falta de ideas e imaginación? En otro momento aparecen pulpos terrestres como en “Matrix 3” (2003)

Estupefactos nuestros héroes, deciden escaparse hacia el mar, pero ¿quién les dijo o como supieron que los extraterrestres son hidrofóbicos (miedo al agua)?. Y aquí empieza un mare mágnum de estupideces en acto o en diálogos de los personajes en cuestión.

Si el guión es un mamarracho, si nada esta justificado, ni explicado, si no se trata de instalar un verosímil, Y este sólo se sostiene a partir de los plagios a otras películas, si la construcción de los personajes no importa, entonces lo único nos queda para evaluar esta en relación a la imagen. Pero aquí también falla, las escenas de acción esta tan mal elaboradas y/o pensadas que mueven a risa, hasta llegar al punto de que un personaje totalmente secundario es “vomitado” por unos de esos bichescos tal cual pasa con el personaje de Jon Voight en “Anaconda” (1997). Ridículo.

En otro pasaje, un Alíen se compadece de la mujer embarazada, y la deja vivir, pero los personajes corruptos, esto es, el infiel que tiene una amante y la desvergonzada que sólo tiene sexo a cambio de favores son los primeros que mueren. Por supuesto nunca antes que la mujer engañada descubra que es una cornuda, y eso instale un conflicto dramático tan superficial como la TV argentina y tan efímero como un estornudo.

En relación a las actuaciones, poco pueden hacer los actores con lo que le dieron, cara de nada, pocas acciones, sólo corridas por el interior de un edificio rodeado de los malvados alienígenas, extraterrestres. Las chicas son muy lindas, pero muy lindas.

Por último quedaría tratar de engancharse con los efectos especiales, cuya manufactura deja tanto que desear como el resto el filme, ya no se sabe si por falta de un saber, si por desidia o por falta de presupuesto.