Sin filtros

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

El estrés de cada día

El quinto largometraje como director de Santiago Segura, emblemático actor cómico español y de la cultura independiente de España, es una comedia romántica que lo saca de su divertido personaje de desagradable policía corrupto, Torrente, para construir un film sobre el estrés femenino como respuesta psicofísica ante las patéticas manifestaciones del machismo y la enajenación que circunscribe la más que ridícula y cruel etapa de acumulación del capital que atraviesa nuestra sociedad.

Atrapada en sus rutinas, en un trabajo y una pareja que no la valoran como persona, ni aprecian su dedicación, cariño y capacidades, Paz (Maribel Verdú), una publicista de treinta y nueve años, es presa de un ataque de pánico a partir de que su jefe, el heredero de una empresa familiar de marketing y publicidad, contrate a una chica de veinte años con muchos seguidores en las redes sociales para supervisar su trabajo y darle un toque juvenil a la empresa.

El film es la adaptación en España de Sin Filtro (2016), la comedia escrita por el realizador chileno Nicolás López y el guionista Diego Ayala, dirigida por el primero y protagonizada por Paz Bascuñán, de gran éxito de taquilla en Chile. Marta González de Vega, Benigno López y el propio Segura participaron en la traducción del film a la idiosincrasia española, creando una obra propia, que respeta la historia original pero que le agrega algunos toques distintivos, especialmente de crítica social y del particular estilo inconformista de Segura.

En Sin Filtros (Sin Rodeos, 2018) Santiago Segura encuentra una forma de escapar de sus personajes habituales para ceder el protagonismo a Maribel Verdú, quien realiza una actuación encantadora en un film muy cómico, que deja muy mal parados a todos los hombres que se aprovechan de la buena voluntad de las mujeres o no son capaces de tomar decisiones por sí mismos y a las mujeres que se dejan llevar por las modas pasajeras que el mercado impone. Con un protagonismo avasallante, Verdú monopoliza la pantalla con diferentes planos, entregando una divertida y sensible labor actoral que expresa vulnerabilidad y ternura pero también furia y agresividad contra las condiciones sociales injustas, e incluso absurdas, que tienen lugar en la actualidad.

Con una fórmula simple para hacer reír y la agudeza cínica y sardónica que lo caracteriza, Segura construye una película profunda en su desarrollo, basada en la premisa de films como Mentiroso Mentiroso (Liar Liar, 1997), de Tom Shadyac, y The Invention of Lying (2009), de Ricky Gervais y Matthew Robinson. En este caso la protagonista, más que obligada a decir la verdad, toma coraje a través de una pócima para abandonar los condicionamientos sociales y enfrentar sin rodeos algunas de las manifestaciones de estupidez de la cultura contemporánea, trama trabajada muy acertadamente en el capítulo Caída en Picada (Nosedive) de la popular serie inglesa sobre la tecnodependencia, Black Mirror. La dependencia a los artefactos tecnológicos, la vida atrapada en las redes sociales, la renuncia a la búsqueda de la libertad, la futilidad como concepto en sí mismo para entender la cultura, las nuevas medidas del éxito, y por sobre todo, una crítica feroz a la idea postburguesa de la felicidad en el nuevo capitalismo son algunas de las cuestiones que Sin Filtros aborda con los detalles cómicos que caracterizan a la concepción social de Segura y su estilo directo para cuestionar las construcciones sociales a través del grotesco de lo real.