Sicario 2: Día del soldado

Crítica de Jessica Blady - Malditos Nerds - Vorterix

EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS

aspecto, “Sicario 2” es una gran representante del género que, hasta obliga a apartar la mirada en más de una ocasión a aquellos que son un poquito impresionables, pero también destila cierta ideología con la que no podemos estar 100% de acuerdo.

Sheridan no hace demasiado esfuerzo a la hora de juzgar las acciones norteamericanas. Personajes como Graver parecen robots inmutables que ponen el bienestar de su país y bla, bla, bla, por encima de la propia moral y la ética, que debería regir cuando se trata de estas acciones.

Sabemos que, en el fondo, los hechos son más reales de lo que queremos imaginar (tampoco somos tan ingenuos), pero no hay una equivalencia muy justa que digamos, a la hora de retratar a los que están de un bando y del otro. Al fin y al cabo, muchas de sus acciones los ponen al mismo nivel, y esa es la crítica y el análisis que le falta a una franquicia como esta.

Este tipo de “reflexión” es lo que le estaría faltando a “Sicario” para convertirse en una gran saga. O sea, porque no se dejan de mirar el ombligo y se ocupan de sus propios problemas de violencia interna antes de culpar a los de afuera. Igual, “Soldado” es una secuela digna, aunque se queda un poco más atrás en cuanto a su predecesora, justamente, porque se concentra en la acción y el artificio – Sollima le da rienda suelta a la violencia en suelo mexicano-, mucho más que en los problemas de fondo o la psique de los personajes.

Las soluciones que da son bastante desesperanzadoras y ese final que nos queda (¿con miras a la tercera parte?), desbalancea un poquito las cosas. Sí, los personajes tienen su “redención”, pero parece una decisión apresurada del guión para darle cierto desenlace “feliz” a esta historia.

LO MEJOR:

- La estética visual que mantiene unida a la franquicia.

- La banda sonora se te clava en los tímpanos.

- Se puede proyectar una saga exitosa sin superhéroes, robots o dinosaurios.

LO PEOR:

- La ideología que destila.

- Que decide combatir violencia con más violencia, sin mostrar otras soluciones.