Shalom Taiwán

Crítica de Camila Mollica - Cinéfilo Serial

Aarón (Fabián Rosenthal) es un rabino a cargo de un templo, el cual está transitando por problemas financieros. El protagonista se dirige a Nueva York para buscar nuevos donantes para el lugar, pero, lamentablemente, no los consigue. La situación del templo se complica cada vez más. Cansado de sus intentos, recurrirá a un nuevo plan: viajar a Taiwán y conseguir allí el dinero para saldar las deudas. Este nuevo destino le presentará al personaje diversos desafíos para poder cumplir su objetivo.

Walter Tejblum realiza, por primera vez, un largometraje de ficción, luego de haber estrenado en 2014, “Malka, una chica de la Zwi Migdal”, un documental sobre una mujer que es traída desde Europa y es insertada en una red de prostitución. En “Shalom Taiwán”, el director realiza también la labor de guionista, junto a Sergio Dubcovsky y Santiago Korovsky.

La película, como especificamos previamente, trata de un tema económico, la crisis y las deudas no permiten proseguir a un templo que ayuda a la comunidad judía, especialmente a los más carenciados. El protagonista debe enfrentarse, principalmente, a las amenazas de un prestamista, interpretado por Carlos Portaluppi, quien se niega a seguir esperando el dinero que le debe el rabino.

El film cuenta con grandes actores, como Mercedes Funes, quien encarna a la esposa del protagonista, además de una pequeña aparición de Betiana Blum. Asimismo, los momentos cómicos son interpretados, principalmente, por Santiago Korovsky y Paula Grinszpan. Sin embargo, el total protagonista es Fabián Rosenthal, quien se desenvuelve en las diferentes escenografías que tiene el film.

“Shalom Taiwán” transmite su historia con algunas intervenciones de comedia y drama, con momentos emotivos que llevan a la reflexión. Lo más llamativo del film y una de las razones que llevaron a su realización, es el escenario donde transcurre, es decir, Taiwán.

En resumen, “Shalom Taiwán” es una película simple y entretenida, donde se destaca el trabajo de producción que logró un rodaje en tres lugares diferentes, las escenas en Taiwán resultan atrayentes para poder demostrar las particularidades de otra cultura, llamativa para los espectadores argentinos que encontrarán grandes diferencias, especialmente, en el modo de vivir y pensar en las verdaderos elementos que son importantes en la vida.