Salvadora

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

Exhaustivo y riguroso documental sobre una mujer que desafió a su época

Ocasionalmente, dentro de las sociedades, emergen personas que desde pequeñas se sienten descolocadas, diferentes, por sus pensamientos o creencias. No aceptan las convenciones colectivas, los estamentos o los mandatos familiares. Simplemente les surge desde sus entrañas y, si saben cómo, pueden canalizar esas necesidades del tal modo que llegan a erigirse en paladines o referentes para las minorías, a tal punto de potenciar ciertas fuerzas catalogadas como débiles, pero molestas para los gobiernos de turno.
En 1894, con estas características personales nació en la ciudad de La Plata, Salvadora Medina Onrubia, y este documental dirigido por Daiana Rosenfeld está dedicado a la vida y obra de esa mujer que influyó tanto en la política como en la cultura argentina en los comienzos del siglo XX.
Para el público en general, no tan consustanciado con la historia de nuestro país, más allá de lo estudiado en el colegio, la biografía de la protagonista se escapa del registro testimonial que poseen los especialistas en la materia.
Al poco tiempo se mudan a Gualeguay, Entre Ríos, y a los 13 años se recibe de maestra, cargo en el que trabajó unos años, hasta que se da cuenta que a los 16 años está embarazada de un conocido político, pero decide no casarse para no estar sometida a un hombre y perder la libertad, de este modo se convierte en madre soltera de “Pitón”, con todo lo que eso representaba para la época. Este hecho será el primer hito importante en su vida, pero no será el único porque más tarde, con 20 años, ella se muda con su hijito a Buenos Aires y su existencia será de novela, pero que, con el paso del tiempo, se convertirá en una tragedia.
Entró a trabajar en el diario “La Protesta” como periodista y se convirtió en anarquista, pero no era una más sino que fue militante, líder, guía, y una voz respetada hasta por los hombres que siempre la tenían en cuenta ante cada protesta o conflicto.
Más tarde, se uniría a Natalio Botana, dueño del influyente diario “Crítica”, con quien tiene tres hijos más, y se casa con él.
Su juventud fue vertiginosa, en poco tiempo se hizo de un nombre dentro de la política y la cultura nacional porque también escribió obras de teatro, cuentos, etc.
La madurez le traerá aparejado el drama, las pérdidas y la debacle, a nivel personal y económico, pues todo lo que soñó y realizó se esfumó en un santiamén, tal vez porque su personalidad no le permitía callarse nada, influyendo de manera decisiva en el destino desgraciado de su familia de un modo inimaginable.
Con un exhaustivo y riguroso relato cronológico de la vida de Salvadora, contada en paralelo a los vaivenes políticos que ocurrían durante esos convulsionados años en el país, la directora ficciona algunas situaciones con la actuación de Berenice Gandullo, personificando a Salvadora, para unir momentos, sustentar las reflexiones realizadas por el personaje en cuestión, resaltando con planos detalle o primeros planos de gestos, miradas, emociones, tristezas, etc., todo eso narrado con una voz en off sobre escritos de la protagonista, además de imágenes de archivo de fotos, noticieros de la época, recortes y tapas de diario. También hay entrevistas a la nuera, y a biógrafos, para apoyar mucho más los datos históricos que la directora vuelca, con una gran precisión, en la pantalla.
Como hemos observado en este exhaustivo documental dedicado a una mujer adelantada a su época, en más de un aspecto, donde su único y mayor deseo era ser libre e independiente, las circunstancias que enfrentó no las supo manejar y la terminaron condenando eternamente.