Ritual

Crítica de Mariana Mactas - TN - Todo Noticias

Un grupo de amigos, ingleses, organiza vacaciones conjuntas cuando un asalto violento, a un supermercado, termina con el asesinato de uno de ellos. Meses después, los restantes atraviesan las montañas suecas, con sus carpas y mochilas, con el duelo por el desaparecido a cuestas. La introducción de El Ritual, primer largo del guionista David Bruckner, tiene impacto, atractivo y crea un clima interesante, con ese grupo de varones tan solos en un paisaje, y bajo un cielo amenazante. La confianza y la camaradería parecen un escudo contra las inclemencias, tormentas, accidentes e incomodidades de la aventura. Todo esto los lleva a desviar el rumbo y llegar a una cabaña en medio del bosque, abandonada y rodeada por señales de lo siniestro: símbolos inscritos en los árboles, un animal degollado colgando de las alturas y, en la casa, lo que uno de ellos describe como brujería. A partir de ahí, El Ritual alterna pesadillas individuales o conjuntas con las transformaciones que se obran en los personajes desde su acercamiento al mal, con un ritmo que se acelera en detrimento del clima, enhebrando sustos no demasiado imaginativos.