Ritual sangriento

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

La mesa está servida

El director Jim Mickle toma las riendas de esta remake del film mexicano de 2010, "We are what we are", y logra inquietar al espectador más desprevenido. Ritual sangriento no es la típica película de terror a la que el público está acostumbrado, ya que está alejada de los clichés y alimentada por personajes oscuros que componen un clan nada convencional.

El realizador, quien también filmó Stake Land, se focaliza en Los Parker, una familia que continúa y mantiene sus costumbres ancestrales a cualquier precio: comer carne humana. Luego de la pérdida de su esposa, Frank (Bill Sage), lleva adelante el hogar junto a sus dos hijas adolescentes, Rose (Julia Garner), Iris (Ambyr Childers) y el pequeño Rory (Jack Gore).

Mezcla de thriller, pólicial y terror gore, el relato deja su tendal de pistas en un arroyo y numerosos asesinatos que un inspector (Laurent Rejto) comenzará a investigar en medio de una atmósfera de lluvia constante que le da un clima aún más sombrío al relato. El canibalismo dice presente en su forma más voraz en esta historia en la que las jóvenes hermanas son victimarias y víctimas de un ritual sangriento que deja un plato de comida caliente sobre la mesa.

Chicas desaparecidas, un niño que mira de cerca el horror, una casa cerrada al mundo exterior, una enfermedad que comienza a adueñarse de los cuerpos y un sótano con sorpresas son algunas de las constantes que el film va cocinando a lo largo de los minutos para entregar su plato "al dente". También participa en la película una irreconocible Kelly McGillis, como la vecina de los Parker, la actriz que alguna vez vimos en Top Gun y Testigo en peligro.