Regreso del infierno

Crítica de Lucas De Caro - Toma 5

OTRA DE TERROR

Con el estreno de “Regreso del infierno”, la secuela de “El Pacto” (estrenada este mismo año), llega a las salas otra película de terror que promete traer una vez más espíritus, diablos, sustos y sangre a la pantalla grande. Y claro, el género se ha estandarizado tanto que ya con esa promesa, unos cuantos del montón la elegirán por el hecho de querer ir al cine a ver una de miedo.
En este caso, tenemos frente a nosotros a una pareja protagonista: June (Camilla Luddington, Dr. Jo Wilson en “Grey’s Anatomy”) y su novio Daniel (Scott Michael Foster), un muchachito oficial de policía. Los planos largos de charlas con suspenso y que a veces los llevan a cometer actos sexuales entre sí, generan la sensación de que tenemos trabajando a una pareja del cine porno. Y al fin y al cabo, lo único que generan es “calentar un poco la pava”, pero de dramatismo muy poco.
A su vez, parece que en esta película hubiesen seleccionado la banda sonora por medio de palabras claves escritas en YouTube como “Fast Violins Symphony” o “Slow piano terror”. Los trabajadores podrían al menos ser sometidos a algo de la música que utilizaban Alfred Hitchcock o David Lynch como para referenciarse del buen suspenso. Parecen elegir siempre el camino fácil. También resulta intrigante el uso de los silencios. ¿Por qué en las conversaciones hablan a media velocidad y tardan tres segundos en responderse? ¿Acaso no es buen recurso la naturalidad?
En este film también podemos observar unas cuantas veces la clásica y totalmente obvia escena del género: vemos un plano en el lavatorio del baño desde atrás de la víctima, donde se ve adelante el reflejo de un espejo, que da al pasillo o a una pared trasera vacía, y que al abrir la ventanita del botiquín y cerrarla, aparece una imagen espantosa. Ese recurso ya se agotó. Lo mismo sucede con los espíritus: personajes del más allá que vuelven de su terrorífico pasado y se vengan sin posibilidad de escapatoria para quien lo sufre, o también seres que se meten en el cuerpo de un mortal para volver al mundo, dar un mensaje diabólico y escupir sangre. La verdad, este recurso cansó por completo.
Por último, por alguna extraña razón, los productores decidieron lanzar esta nueva película con otros personajes totalmente ajenos a su primera versión. En ese sentido, fue inteligente cambiarle el nombre original (“The Pact 2”). Aunque algunos del elenco repiten, no lo hacen desde un rol principal. Lo único rescatable de la primera obra era el personaje tenebroso de Judas, un asesino serial que estaba escondido en una casa a lo “Hugo”, el hermano de Bart Simpson. Sin embargo, !los huevones lo mataron! Y por eso acá en la segunda parte, la decisión fue hacer regresar a este personaje del infierno con su aspecto recordable a Christian Bale en “El maquinista” (2004). Todo muy inverosímil.
En fin, ya es hora de que este tipo de películas se lancen de manera oficial directamente online, donde tendrían mayor éxito y respuesta inmediata. Si quieren ganar unos pesos pongan un poco de publicidad antes del comienzo, no hay problema, pero tiene poco sentido ver una película de estas en el cine. Al menos que uno encuentre satisfacción en el simple hecho de ver “una de terror” en la pantalla grande.
A pesar de todo eso, hay que destacar que es una gran película para aquellos que alguna vez tengan que escribir una historia de terror. No hay duda que de acá podrán sacar muchas conclusiones.