Recreo

Crítica de Alejandro Lingenti - La Nación

Recreo: el otro lado de la comedia

La vida en pareja no es fácil. Alrededor de esa idea gira la trama de Recreo, primera película que Hernán Guerschuny (El crítico, Una noche de amor) y Jazmín Stuart ( Desmadre, Pistas para volver a casa) dirigen en sociedad. El encuentro fugaz de tres matrimonios en una casa de campo, pensado originalmente como alternativa de disfrute y descanso, se va enturbiando a medida que afloran algunos secretos hasta entonces celosamente guardados. La historia arranca en tono de comedia y se va oscureciendo gradualmente, al ritmo de las inseguridades, las falsedades, los autoengaños y las neurosis de los protagonistas.

En más de una oportunidad, la película se atasca en los lugares comunes en torno a los tópicos que aborda (incertidumbre laboral, sexualidad, exigencias de la maternidad, enfocados como problemas concretos de un sector social bien determinado, la clase media profesional), pero termina levantando vuelo gracias a la convicción y el oficio de un elenco ajustado. Está claro que hay formas más elusivas y sugerentes de tratar estos mismos conflictos (buena parte del cine de Eric Rohmer lo certifica magistralmente), pero Recreo termina entregándose a una lógica un poco más epidérmica, cercana al lenguaje televisivo, destinado inevitablemente a simplificar, a confirmar expectativas previas -más que a inquietar o provocar interrogantes- y por lo tanto a conservar el statu quo.