Rápidos y furiosos 5

Crítica de Nicolás Spalek - A Sala Llena

Después del reciente estreno de Scream 4 y ahora con Rápido y Furioso: 5in Control parece que estamos en el mes de revisitar franquicias para darles un aire nuevo. Eso es exactamente lo que pasa con esta quinta entrega de la saga de carreras callejeras. Luego de que las dos entregas anteriores (Reto Tokio y Rápidos y Furiosos, ambas dirigidas por el mismo director que esta) no hayan sido lo esperado, siguieron siendo redituables, especialmente la cuarta donde protagonizaba la dupla original, e insinuaban que un cambio era necesario. Ahora llega 5in Control, 10 años después de la primera, una especie de Punto Límite pero con corredores de carreras en lugar de surfers.

La película comienza en la misma escena que termina la anterior, con un intento de rescate (si vale la palabra) al sentenciado a 25 años Dominic Toretto (Vin Diesel) por parte de su hermana Mia (Jordana Brewster) y cuñado ex policia Brian O´conner (Paul Walker) en medio de un traslado a una prisión. Después de una espectacular secuencia, pasamos que los medios nos relaten la actualidad del trío principal: son fugitivos buscados por el FBI. Con poco dinero y socios vivos, a la pareja no le queda más alternativa que encontrarse con el jefe del grupo en Rio, ciudad que está corriendo con mucha publicidad institucional últimamente. Allí, en el medio de un trabajo escapan a punto de ser traicionados por un mafioso que controla todo lo que pasa en la ciudad brasilera. Así que ahora tienen en contra a un Don Corleone que fala portugues y al FBI que envió a un grupo de elite liderado por Dwayne Johnson –quien nunca pero nunca deja de transpirar mientras escupe líneas del Manual del Cabrón- que dispara primero y pregunta después.

Para salir de su predicamento, la familia no tiene mejor idea que robarle todo su dinero al capo. Pero para eso van a necesitar de un grupo con diferentes especializaciones a la hora de robar plata. Son convocados para esto los co protagonistas de las anteriores películas, generando así una especie de reunión post Bariloche.

En esta oportunidad Lin deja un poco de lado las persecuciones ilegales para darle lugar a una película de robo al estilo La Gran Estafa, mostrándonos el planeamiento previo al golpe y otorgándole algo de trama, no mucho pero es mejor que nada. Es un gran acierto que se supedite las carreras callejeras al guión y no al revés como en las primeras e incluso las omite o usa como guiño –de hecho hay una sola que es la de cuarto de milla con autos de policía- a las anteriores.

Sin dudas 5in Control es la más entretenida de la serie. Algo larga (dura poco más de dos horas) con algunas escenas donde hay carne porque la tiene que haber, demasiadas panorámicas de la ciudad y otras con poca justificación más que mostrar autos en marcha. Cuesta un poco, pero nos lleva hasta el clímax con la persecución final que incluye arrastrar una bóveda por medio Rio, con la destrucción edilicia y automovilística necesaria. Después de los primeros créditos hay un cameo de Eva Mendez abriendo el juego para una nueva entrega, que lo más probable es que sea en Europa.