Quiero bailar con alguien

Crítica de Camila López Parafita - Chapeau Argentina

La mejor voz de la historia vuelve a sonar. Esta vez en el cine, donde “Quiero bailar con alguien” -el film dirigido por Kasi Lemmons- trae al presente todos los éxitos de Whitney Houston para dejar inmortalizado en la pantalla grande tanto su inigualable talento como su vida.
Naomi Ackie es quien se pone en la piel de la cantante mujer más galardonada de todos los tiempos durante las casi dos horas y media que dura la película, en la que se relata desde los comienzos de su carrera musical hasta su realidad abajo del escenario, donde el drama la envolvía.
En cada etapa de la vida de Whitney, la interpretación -y la personificación- de la actriz es impecable: logra situar al espectador en cada nuevo contexto que se presenta y transmitir las emociones que atravesaban a la cantante con el pasar de los años.
No obstante -y a pesar de la larga duración del film- el guión pareció estar más centrado en los momentos musicales y no tanto en darle profundidad a la historia de la artista. Hay épocas que están relatadas muy por encima y hace perder el hilo de su vida, que es fundamental para la biopic.
Entre otras actuaciones, también cabe destacar la interpretación de Stanley Tucci como Clive Davis -productor discográfico y amigo de Whitney-, Ashton Sanders como Bobby Brown y Tamara Tunie como su madre.
Estrenada este jueves, a dos días de que se cumpla un nuevo aniversario de su trágica muerte (11 de febrero de 2012), “Quiero bailar con alguien” -o ‘I Wanna dance with somebody’, como dice su icónica canción en inglés- no es una producción magistral, aunque sí una película buena y entretenida para volver a disfrutar a la gran Whitney Houston.