¿Quién *&$%! son los Miller?

Crítica de Laura Dal Poggetto - Función Agotada

Familia rodante
¿Quién *&$%! son los Miller? (en inglés más sobriamente titulado We're the Millers) es una comedia inserta en el género de road movie, con un presunto antihéroe que arrastra a su aventura a un grupo de marginados de la sociedad: estereotipos que (estereotípicamente) se redimen hacia el final de la misma, ya "normalizados" (pero no tanto), para tener su final feliz.
David Clark (Jason Sudeikis, de Quiero Matar a mi Jefe y Locos por los Votos, una vez más poco originalmente elegido como protagonista canchero y cínico) le debe plata a su inescrupuloso jefe Brad Gurdlinger (Ed Helms, de ¿Qué Pasó Ayer?, continuando el casting poco creativo) por su venta semanal de marihuana, tras ser robado. Para compensarlo, Gurdlinger lo extorsiona para contrabandear una carga -también de marihuana- desde México a Estados Unidos. El plan de David para pasar desapercibido es armar una familia ficticia con Rose (Jennifer Aniston), una stripper cansada de su trabajo y de su jefe (Ken Marino, quien colecciona participaciones secundarias), su vecino adolescente Kenny (Will Poulter) y Casey (Emma Roberts), quien se fugó de su casa, como esposa, hijo e hija respectivamente. Ya que su plan contempla que los turistas que viajan en familia son los que levantan menos sospecha en la frontera, el grupo se rebautiza como los "Miller" y ponen en escena una farsa de lo que ellos consideran una clásica familia tipo americana: mamá de pantalones capri color caqui, papá con chomba y lengüetazo de vaca, la nena con blusas rosas con volados y el nene quien no necesita mucha transformación, ya que su característica "distintiva" -remarcado desde el material de promoción de la misma película- es que es virgen a los 18 años. Y según la lógica transitiva de este film, es torpe, introvertido y naif.
Una buena parte de los chistes devienen de la situación de mantener la charada, primero ante las autoridades en la frontera y después en su interacción con una familia de campistas que viajan en una casa rodante como los Miller (incluso haciendo pasar un paquete de marihuana por un bebé y un dígalo con mímica que termina con el personaje de Aniston gritando "enorme pija negra" (vamos a hacer una apuesta en Función Agotada sobre cuántas personas van a llegar a esta crítica con esa búsqueda en Google). Esos vendrían a ser los Fitzgerald, Edie y Don, interpretados por los excelentes Kathryn Hahn y Nick Offerman, que manejan dignamente los estereotipos a su cargo. Afables, vestidos en color pastel, en perfecta armonía con su hija adolescente que no tiene problema alguno en irse de vacaciones con sus padres, pero que quieren experimentar sexualmente. Sale otra tanda de chistes al respecto. Después están las situaciones cómicas relacionadas a la aventura en sí y el cruce con un cartel de narcotraficantes mexicanos. Todas igualmente de obvias pero manejadas con buen timing por los actores. Aniston continúa demostrando su habilidad para los tiempos cómicos y llevar adelante un film (aunque no sea la protagonista).
En el camino, el rejunte de individualistas interpretados por Aniston, Sudeikis y Roberts aprenden a trabajar en equipo y a preocuparse uno por otros; como si en vez de viajar a Oz fueran a México y todos desarrollaran un corazón, salvo por el personaje de Poulter, quien gana coraje como el león cobarde. Todos aprenden una lección sobre el valor de los lazos afectivos y dejan atrás sus previas existencias "marginales" de dealer, stripper, linyera y virgen, para incorporarse a la sociedad "de bien" bajo la institución primaria de la familia.
No es de extrañar esta temática de excluidos de la sociedad que se juntan y aprenden a integrarse, considerando que el director Rawson Marshall Thurber escribió y dirigió Dodgeball (Pelotas en Juego) y el cuarteto de guionistas Bob Fisher, Steve Faber, Sean Anders y John Morris vienen de Los Rompebodas y Hot Tub Time Machine. En ¿Quién *&$%! son los Miller? demuestran una vez más sus habilidades, desde ambos flancos, para contar una historia que -aunque inocua- fluye. Y hasta logra hacerse pasar por levemente subversiva (a fuerza de escatología) y crítica de las normas sociales, así como el grupo principal se hace pasar por los Miller.