Proyecto X

Crítica de Patricia Relats - El Espectador Avezado

Seguramente se preguntarán de qué va "Proyecto X". Con una hábil campaña marketinera, lograron instalar una propuesta menor y presentarla como original y trasgresora. La idea era proponer un estilo de filmación que simula ser casero (home footage), buscando conectar el relato con un realismo supuesto que enmarca la acción. En definitiva, la película recrea lo que en teoría fue una fiesta real. El planteo es el obvio: chicos que no se sabe por qué no son demasiado populares y piensan que ésta es la forma de entrar en el mapa.
Para esto que parece una temática obvia hay una serie de propuestas buenas: los actores son casi amateurs o sea que no los vimos nunca y apoya “la magia” de que parezca real y, por otro lado, que el personaje presente el hecho a la cámara y hablen constantemente a ella o de ella justifica lo que estamos viendo te subraya lo supuestamente natural. De paso justifica malas actuaciones.
Cuando el caos llega, usan recursos de falsos noticieros y hasta el late show de Jimmy Kimmel pero nada supera el rechazo de un padre festejando la hazaña de su hijo como si fuera que por ello va a ser más hombre.
El proyecto entero se considera experimental. Y se nota. Entiendo la novedad, pero la mitad del tiempo (y sobre 1 hora y veinte minutos) parece una peli que la puedo estar viendo por YouTube y que ni siquiera se merece la inversión en quemarla en DVD.
El director Nima Nourizadeh, es el mismo que fue responsable de los comerciales de Adidas que tenían la temática fiesta y recibió el apoyo de Todd Phillips (director de “¿Y qué pasó ayer?”), quien produjo el proyecto y lo publicitó. El film tiene exactamente el mismo tipo de humor que la de la resaca en Las Vegas (que, aclaro, yo no disfruto para nada) pero se le perdona más por el hecho de tener menos pretenciones. Sabe que es una película liviana y divertida sin ser una genialidad, y mantiene eso durante toda la película.
Michael Bacall, el guionista, escribió la historia a partir de anécdotas diversas de fiestas como ésta y las unió para esta idea insuperable de la mega fiesta cobrar forma. Y si, en este tiempo, los chicos se ponen violentos, el alcohol pega fuerte y no es lo único que circula en festicholas.
El resultado final es desparejo porque más allá de que el recurso (la cámara, fundamentalmente) atrae la curiosidad del público al comienzo (y le da esa pátina de "creible"), lo cierto es que "Proyecto X" es más bien convencional y demasiado lineal para lo esperado.Ya conocemos historias similares de los mismos personajes anti héroes ("Superbad"), que dan el salto. No termina de cerrarme la cinta, pero quizás, si la ven relajados y predispuestos, pasen un momento no tan aburrido...