Prometeo

Crítica de Fernando Iannantuono - Cine crítico

Especies: Aliens, Robots y humanos

Interesante película donde el terror y el suspenso se nutren de la ciencia ficción para plantear las más diversas teorías sobre el comportamiento humano y su existencia. Sin embargo, la audacia y creatividad puesta en la creación de un universo único con respuestas que generan más preguntas tiene sus mayores defectos a la hora de narrar la historia. El terror brilla por su ausencia y la intriga solo se genera a partir del asombro, nunca de la progresión de sucesos. La película podrá ser técnicamente brillante pero el atractivo de la misma sólo se da en desmedro de sus personajes. Un error fatal.
"Prometeo" marca el regreso de Ridley Scott a la ciencia ficción y esto no es poca cosa, ya que él fue la persona que dirigió dos de los más grandes hitos del género: "Alien" y "Blade Runner". Ambas son muy valoradas hoy en día y como "Prometeo" se trata de una suerte de precuela de "Alien", el interés es todavía mayor entre los cinéfilos. Pero, ya casi 30 años después de la original, todo demuestra que los tiempos han cambiado y en donde se supo disfrutar de un relato lleno de terror con monstruos creciendo dentro de uno mismo, ahora entendemos que nuestra destrucción proviene de la necesidad de saber de donde venimos.

Claramente el problema de la película es que solamente se basa en el interés del espectador por la especulación. Es decir, nos muestran una puerta cerrada y enseguida queremos saber que hay detrás de la misma; o también se hacen preguntas que no obtienen respuesta para que especulemos sobre la misma. Nada en este relato forma una linea narrativa desarrollada sobre los personajes. Aunque la intriga es una herramienta muy poderosa a la hora de generar tensión si no es acompañada por interesantes personajes con el correr del tiempo esto va afectando a la historia y culmina en un climax emocionalmente menor al que podría haber sido. Hay 17 tripulantes de los cuales muchos sobran y ninguno tiene características que nos hagan preocuparnos por ellos. Tenemos a la pareja de científicos cuya historia romántica es irrelevante y sobredimensionada, una relación de padre-hija bastante banal y superficial y una tripulación que sólo cumple ordenes porque vinieron por el dinero. Básicamente su función es más simbólica que otra cosa, están los aterrados ante su creador, los que se fascinan y los indiferentes pero nerviosos de las consecuencias del posible encuentro.

El verdadero protagonista de la película es el androide David quien cumple órdenes porque fue programado para ello, pero que manipula a sus amos e incluso les guarda secretos o realiza experimentos con ellos. A pesar de creerse superior a los humanos se siente intrigado por su forma de razonar o comportarse. Aunque su personaje realmente tiene un desarrollo específico e interesante, se podría también pensar que la razón por la cual el espectador logra sentirse identificado con él es el hecho de que él es el único que realiza cosas en la nave. David es la causa de todo lo que sucede en la película: abre las puertas, despierta a las criaturas e incluso trae las respuestas a los conflictos. Es curioso que los humanos estén a merced de sus creadores y creación.

Ahora, David, es la clave para entender el principal problema de los personajes. Primero el actúa y se mete en lugares misteriosos, pero es imposible tener miedo por su fortuna ya que es un robot. Después, él maneja todo tipo de artefactos alienígenas sin ningún tipo de problemas, por lo tanto da la sensación que estamos en un ambiente controlado. Tercero, como toda máquina, es fuerte y temeroso y si él es él que lleva la acción adelante, va investigando y consiguiendo respuestas, poco nos va a importar el destino de los humanos (mueran total tenemos a David que él nos va a dar las respuestas). Por último e importante, el eclipsa todo lo que va sucediendo en la nave y entonces el hecho de que el trabaje sólo y no establezca comunicación real con los demás tripulantes, acentúa más el desinterés hacia el destino de los problemas que vayan teniendo. En otras palabras, si el geólogo y el biólogo se pierden y quedan solos en la nave, no va haber razón para que yo tenga un interés genuino por su destino si no afecta a los demás. La escena funciona bien por si sola, pero si no tiene una repercusión mayor, el espectador se plantea la razón de existir de la misma. Lamentablemente hay muchas escenas similares.

En conclusión, una buena historia se basa en buenos personajes y su interacción con el mundo. Si sólo se trabaja en generar un universo atractivo, lo único que se logra es tener un cascarón sin alma. "Prometeo" es una hermosa hipótesis sobre la vida y sus implicancias en el comportamiento humano, pero no hay nada más que eso.