Paula

Crítica de Paula Vazquez Prieto - La Nación

Paula: una artista avanzada a su tiempo

Paula tiene un mérito: dar luz sobre la vida y obra de una de las pintoras pioneras del arte moderno y antecedentes del expresionismo pictórico. Durante catorce años, Paula Becker pintó más de 750 óleos y realizó más de 1000 dibujos, obras que hoy se conservan en un museo que lleva su nombre en la ciudad alemana de Bremen. Su muerte temprana, a los 31 años y luego de dar a luz a su única hija, marcó el final de su vida creativa en plena ebullición de las vanguardias que cambiarían las artes para siempre.

La película de Christian Schwochow tiene conciencia de ese mundo vasto que tiene por delante: la incorrección de Paula con su tiempo, sus deseos como artista, su amor por el paisajista Otto Modersohn, su etapa de descubrimiento en París. Sin embargo, su estricta cronología peca de corrección y deviene en un problemático divorcio entre su figura creativa y el tiempo en que se forma. Aparecen, sí, su intenso vínculo con Rilke, su protofeminismo, su resistencia a pensar la pintura como mera reproducción de la realidad. Pero todo demasiado sumergido en un preciosismo visual que aleja a la película de ese espíritu refractario de la pintora.

Su gran acierto es poner en escena la desesperación del incomprendido, ese sentimiento que nace del arte imperfecto para los cánones de la época, reflejo de ese estado de zozobra interna que sólo se alcanza cuando todo parece perdido.