Paula

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Una pintora en un mundo machista
La vida de Paula Modersohn-Becker, exponente temprana del expresionismo en Alemania.

El nombre de Paula Modersohn-Becker es poco conocido fuera de Alemania, pero esta pintora, que vivió entre fines del siglo XIX y principios del XX, fue una de las exponentes tempranas del expresionismo en su país y, además, la primera mujer con un museo enteramente dedicado a su obra. En Paula, una biopic tan instructiva como convencional, Christian Schwochow traza un exhaustivo retrato de la artista y de su época.

Eran años en los que una mujer no tenía muchas más opciones que el matrimonio y la maternidad, y ser artista era algo completamente impensable: la película pone el acento en el machismo imperante en esos tiempos en los que la dependencia de los hombres por parte de las mujeres era casi total. Paula cumplió con el mandato de casamiento, pero tuvo el tino de enamorarse de un pintor (el paisajista Otto Modersohn) que le permitió continuar con su actividad.

La fotografía es uno de los puntos altos de Paula, con numerosas escenas bucólicas que bien podrían ser cuadros (aunque antes pintados por su marido que por ella: Schwochow no trató de imitar el estilo pictórico de Modersohn-Becker). La narración es clásica, no toma demasiados riesgos y por momentos cae en los lugares comunes de las historias de artistas incomprendidos, pero la peculiar personalidad de la protagonista hace que el interés no desaparezca y la trama resulte imprevisible.

Otro ingrediente que suma es el contexto: esos cautivantes años de bohemia -Rainer Maria-Rilke, por ejemplo, es uno de los personajes secundarios- previos a la Gran Guerra, cuando en Europa germinaban los movimientos que pondrían el arte, y el mundo, patas arriba.