Palestinos go home

Crítica de Brenda Caletti - CineramaPlus+

VISIONES UNILATERALES

¿Por qué Palestinos go home?
La pregunta surge casi de manera instantánea, sobre todo, porque el título de la película parecería chocar con la lógica de su propio discurso, es decir, con la puesta en escena de una diversa cantidad de testimonios y entrevistas a exiliados o familiares de exiliados palestinos, que debieron huir del país tras la conformación del Estado de Israel en 1948 y que, aún hoy, buscan retornar a su tierra. Un recorrido que inicia en Buenos Aires, cuando Maia Gattás Vargas decide conocer las raíces de su familia paterna y se reúne con Tilda Rabi, la presidente de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas.

Los directores Pablo Navarro Espejo y Silvia Maturana construyen el relato desde un caso particular (Maia) y lo proyectan en un tejido de redes hacia Chile –país latinoamericano que se considera como el mayor centro de residentes de la comunidad palestina– y Uruguay; un entramado que se configura en el viaje de ambas mujeres, en el que influyen tanto sus puntos de vista y experiencias como el contacto con jóvenes militantes, una periodista, el técnico de fútbol de la selección palestina, algún jugador y un alcalde, entre otros.

Al mismo tiempo, el documental intercala testimonios argentinos diferenciados por las miradas que se identifican con la tradición y aquellas focalizadas en la denuncia. Éstas últimas se subrayan debido al uso de la doble cámara: una que filma en primer plano el testimonio y otra que espía, desde un costado, la postura del cuerpo y los gestos.

Entonces, ¿por qué Palestinos go home? Si, en definitiva, todas las estrategias del filme apuntan a la exhibición del viaje iniciático de ambas mujeres como un juego de la construcción identitaria de ellas como sujetos individuales y la deconstrucción colectiva de la historia y la cultura palestina a través de las diversas voces, aunque arraigadas a un único punto de vista, cada vez más acentuado. Esta unilateralidad no sólo produce un choque con el título, sino que convierte al viaje iniciático en una repetición de sí mismo y a un agotamiento del discurso.

La respuesta se expone como cierre del documental y la encargada de brindarla no es otra que Tilda, la narradora protagonista y el nexo del gran entramado de redes. Si bien, a final de cuentas, la explicación consigue reflejar ciertos elementos del recorrido de las mujeres, funciona como otro mecanismo que subraya lo ya trabajado durante todo el documental. En consecuencia pierde la fuerza de su contenido y se torna en una mera reiteración, una más del prolongado viaje en busca de las raíces.

Por Brenda Caletti
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