Palabras pendientes

Crítica de Alina Spicoli - Cinergia

Servidores del pueblo

Palabras Pendientes es un documental argentino dirigido y escrito por Andrea Schellemberg que tuvo como objetivo retratar la nueva política de derechos que se dio en el año 2008 con respecto a la resolución firmada por el Ministerio de Defensa para cambiar los programas de estudio en Institutos Militares. De esta manera Schellemberg hizo un seguimiento del dictado de clases de Derechos Humanos en el Colegio Militar de la Nación.

La manera y motivaciones para convertirse en un militar a la mayoría le pueden parecer algo muy alejado de nuestra sociedad, muy ajeno a la vida cotidiana. Gracias a este documental el espectador puede sumergirse en cómo se manejan dentro del Colegio Militar: qué materias se dictan, cómo son los profesores, las evaluaciones orales y escritas, las actividades al aire libre tales como la construcción de un puente o el uso de armas, los formalismos y el nivel jerárquico que hay entre un docente y un estudiante. Todo esto combinado con una música solemne, planos de la arquitectura del instituto y una voz en off que otorga datos duros y a la vez se hace preguntas retóricas.

Resulta interesante ver por dónde se abordan temas como la tortura, los fusilamientos extrajudiciales, la desaparición forzada de personas, el derecho a la identidad y a la vida, la convención de los derechos del niño, el genocidio y la violación a los derechos humanos. Los estudiantes preguntan sus dudas y pueden llegar a armarse debates satisfactorios durante la clase. Sin embargo la crítica implícita no se puede dejar pasar: cuando desde el afuera se le pregunta a uno de los alumnos si en la clase de Historia Militar Argentina se habla sobre la última dictadura militar argentina, el joven responde que ese tema no se toca porque son un ejército del siglo XXI y nadie lo vivió. Aunque el profesor diga que es necesario hacer una construcción de época antes de hablar de los hechos, la negación del alumno y su fundamento impactan.

La película tiene un buen equilibrio en cuanto a su estructura: no brinda información toda de golpe sino que la intercala con imágenes de los estudiantes preparándose antes de un examen, entrevistas a los profesores, decretos y videos de archivo, etc. Poder ser testigos de lo nervioso que está un joven al dar un oral, cómo su docente lo orienta con las preguntas, la seriedad que se palpa en el ambiente y las charlas entre ellos contando qué se les dio por estudiar ahí es apreciable.

El documental deja en claro que los responsables del terrorismo de Estado siguen sin aportar los datos necesarios y es contundente en cuanto al deber de los militares futuros. Ellos deben servir a la Nación y del colegio tienen que salir ya formados porque cualquier decisión que tomen afectará para bien o para mal a personas. Los profesores sostienen que dentro del establecimiento hay libertad de expresión y que el pueblo argentino debe empezar a comprender que el ejército tiene sus mismos valores, no es un ente aparte.

Todo aquel que le guste saber más sobre la preparación de los militares, las clases de Derecho, Táctica e Historia que se dan en el Colegio Militar de la Nación y la labor al aire libre, disfrutará de este film que busca dejar una enseñanza en los argentinos: nos debe entrar en la cabeza de una vez por todas que estos estudiantes no tienen nada que ver con las atrocidades que se cometieron en la dictadura, por lo que hay que saber diferenciar y no juzgar.