Operación México, un pacto de amor

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Llega a carteleras Operación México, basada en la novela de Rafael Bielsa. La ópera prima de Leonardo Bechini cuenta la historia de Edgar Tulio “Tucho” Valenzuelo y su mujer Raquel Negro, dos montoneros que son traicionados y capturados bajo las órdenes del alto mando militar.
Valenzuela (Luciano Cáceres), un Mayor de la organización Montoneros, y su mujer Raquel Negro (Ximena Fassi) se encuentran exiliados en Brasil tras el Golpe de Estado de 1976. Tienen un pequeño hijo y además ella lleva adelante un embarazo ya muy avanzado, y se aman por sobre todas las cosas. Pero pronto es engañado y traicionado por un colega suyo, Velazco (Ludovico Di Santo), y así regresa al país donde es de inmediato secuestrado junto a su mujer y su hijo, aunque a éste lo llevan lejos.

Ya en un centro en las afueras de Rosario, en una especie de quinta, se encuentran con diferentes colegas que no encontraron otra salida que proveer información a los militares. Pero lo que realmente quieren de Valenzuela es que haga un trabajo para ellos: se infiltre en Mexico para asesinar al líder máximo de su organización. Entre sus ideales y el amor que siente por su mujer y la familia que está formando con ella, deciden llevar a cabo un pacto que no los traicione.

Más allá de lo político de la historia a contar, la película de Bechini se centra principalmente en la historia de amor de estos dos militantes que nunca van a ser doblegados. Huele mucho a telenovela, y no es algo que sorprende teniendo en cuenta que Bechini proviene de la tv. El problema es que tanta melosidad sumado a una construcción de personajes secundarios de un modo más bien superficial, le restan cierta seriedad. Las actuaciones exageradas terminan de imprimirle ese aire a telenovela que hace que el film, de no ser por la fuerte historia que tiene para contar, se torne olvidable.

La historia de Valenzuela, en Operación México, es una historia más que interesante y cinematográfica, y necesaria, pero acá no se termina de aprovechar. Es un cine de género, con ritmo vertiginoso que recuerda a algunas películas de espionaje norteamericanas por su estructura. Pero en un momento lo quiere abarcar todo y pierde su eje.