Monsters University

Crítica de Alan Echeverría - Cinéfilo Club

Cuando el relato no se condice con el nivel de animación

Nada se le puede reprochar a Pixar desde el factor estético en este tipo de películas. Monsters University es un carnaval de colores y movimientos majestuosos en lo que respecta a darle vida a los personajes. Pero en la balanza, la historia y su dinámica quedan chiquitas en comparación con el aspecto técnico-visual que se nos presenta ante nuestros ojos.
La narración nos remonta a la infancia de estos carismáticos monstruitos, permitiéndonos conocer la vida escolar de nuestro protagonista: Wazowski. Este pequeño esperpento verde de un solo ojo es continuamente aislado y poco tenido en cuenta por sus compañeros; no hacen más que crearle vacío a cada momento. Cuando visita la fábrica y es testigo de cómo ciertos experimentados de su especie brindan grandes saltos a sus “víctimas”, Mike decide que quiere ser asustador. Pero claro, su simpática y poco aterradora apariencia se torna el obstáculo más difícil de sortear cuando emprende su carrera universitaria.
Y a partir de allí, el relato nos sumerge en el mundo académico, permitiéndonos conocer cómo comienza a edificarse la relación entre Wazowski y Sulley, el primero un destacado en lo que concierne en la teoría y táctica de los sustos; el segundo casi un experto por don natural en la práctica. Pero el problema en Monsters University se da en el ritmo del film: probablemente con mucho menos vigor y energía que otras entregas de Pixar, la dinámica no es la apropiada y la cinta cobra fuerza recién cerca del final donde se lleva a cabo la gran competencia de sobresaltos entre los diferentes equipos contendientes.
Impecable desde la animación y con algunos buenos gags, la historia no termina de conectar al espectador por poseer (extrañamente en este género) ciertos aires de densidad que no hacen más que desenfocar la plena atención del público.

LO MEJOR: estética, soberbia desde lo técnico. La contienda final.
LO PEOR: no enriquece ni conmueve desde la narración. Le falta ritmo.
PUNTAJE: 5,2