Mi semana con Marilyn

Crítica de Patricia Relats - El Espectador Avezado

Esta película empieza ya con la impronta de la mística de que es Marilyn a quien vamos a ver. Te guste o no el cine, la hayas visto intentar actuar o no, nadie es inmune a ella.
El film plantea desde el inicio que va a contar una anécdota, un episodio en la vida de un chico que un día se encuentra con su sueño de estar en un set, de participar en la creación del cine. Dentro del plató están todos esos elementos que todos soñamos y sabemos: la actriz consagrada que es casi maternal (una espectacular Judi Dench), el excéntrico director que está eclipsado por la presencia de Monroe pero que tiene un deseo de perfección en el que no encaja (Kenneth inolvidable en este papel) y el chico que tiene que jugar con su don de gente para tratar de que tantos egos sean felices.
Michelle Williams hace un trabajo impresionante creando a esta diva rota y frágil pero que no por eso deja de actuar. Y es que esa es la clave: Marilyn Monroe era un producto que hasta se había olvidado de Norma Jean Baker.
La ambientación es realmente una belleza: no sólo el vestuario y maquillaje destacan, sino el armado de los espacios, las idílicas praderas, los autos, los colores. Casi como si fuera un cuento y es que todo parecía irreal a los ojos de nuestro narrador: un chico de 27 años que se enamora de una diva que cree que lo necesita, cuando en realidad está borracha de sí misma.
El elenco se completa con Dougray Scott (sí, el malo de Misión Imposible II constuyendo a un genial Arthur Miller), Emma Watson y Julia Ormont como la inmortal Vivien Leigh pero que termina teniendo muy poco del carácter de ella y mucha más dulzura de la que creí posible. Mención aparte merece Eddie Redmayne (a quien vamos a ver próximamente como Markus en Les Miserables) quien logra imprimir encanto, ingenuidad y picardía a este chico que por un rato toca a las estrellas con las manos.
Simon Curtis, que ha trabajado más que nada para la televisión, por momentos parece enamorarse también del reflejo de Marilyn y nos lleva con ritmo cansino hasta el final. Nadie puede decir que el film no cumpla, pero es que por momentos parece estático ya que sabemos que no hay chances de que esta historia sea más que esto que vemos. Con un elenco sólido y una gran ambientación, por momentos se olvidaba la cámara prendida.
El resultado final es para amantes del cine para aquellos que disfrutan de una recreación minuciosa, de la representación de estrellas que quitan el aliento pero no será trascendentes para los no nostálgicos de esa Era Dorada del cine…