Mi histeria en el cine

Crítica de Fernanda Miguel - Cinergia

Detrás de escena

Todo arranca en una escena interior en la que se puede ver a la madre de la directora en cuestión. Luego, toda la familia será protagonista de un relato intimista. Las escenas de Mi hist(e)ria en el cine se producen con gran naturalidad, con personas que por momentos se olvidan que están siendo observados por una cámara.
Si bien al comienzo tanto ámbito privado produce cierta incomodidad, con el correr de los minutos es posible entrar a ese mundo y sentirse parte. La cámara en mano de su directora María Victoria Menis y sus intervenciones, ayudan a generar ese clima en el que el espectador se puede sumergir.
En todo el documental, María Victoria se replantea cómo seguir con su vida, ya que plantea que quiere abandonar su carrera. En el medio de todo esto, además de las acciones cotidiana de su familia y su entorno, también hay guiños y homenajes al cine clásico, como una forma de no abandonar del todo eso que tantas satisfacciones le dio alguna vez.
El cine la rodea, porque ella no es la única cineasta, sino que es algo que le contagió a sus hijos y a la familia en general que la sostuvo en sus anteriores películas.

Al respirar cine, es muy difícil despegarse. En el film se refleja cómo a pesar de las dificultades, que van desde el financiamiento hasta el cansancio físico que conlleva tantas horas y tanto tiempo de trabajo, la pasión sigue intacta.