Mazinger Z Infinity

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Un clásico del anime vuelve a las pantallas de cine con el estreno de Mazinger Z: Infinity de Junji Shimizu.
La humanidad está celebrando la paz y el Mazinger Z descansa en un museo. El piloto Koji Kabuto está retirado de la batalla y ejerce como científico continuando la labor de sus antepasados. Sin embargo la tranquilidad termina cuando encuentran un Mazinger denominado Infinity con el poder de abrir un portal a varias dimensiones y acabar con la tierra.

Muy pocos animes logran su estreno en Argentina y los pocos que lo hacen son aquellos que forman parte del recuerdo de las series que pasaban en la televisión en nuestro país, como Caballeros del Zodíaco, Dragon Ball y el caso aquí presentado.

El anime vuelve con un dibujo que se adapta a los tiempos que corren, especialmente en su paleta de colores pero tampoco olvida la esencia más rústica de sus trazos o la inocencia impregnada en sus diálogos y situaciones.

La trama de la película se desarrolla en gran medida aguardando la aparición del famoso mecha (robot japonés) Mazinger Z. Por momentos los conflictos se dilatan con divagaciones sobre el futuro de los personajes o cuestionamientos sobre si la humanidad es digna de ser salvada, algo común en los animes.