Más allá de la montaña

Crítica de María Fernanda Mugica - La Nación

Romance en las alturas

"El corazón es sólo un músculo", dice Ben (Idris Elba) al explicarle a Alex (Kate Winslet) por qué decidió ser neurocirujano y dedicarse al cerebro, el órgano del cuerpo humano que él considera más importante. Todo lo que le sucederá después de esta declaración vendrá a demostrar que esa observación puede ser una verdad médica, pero no una metáfora. Tal vez también sea una clave para ver Más allá de la montaña.

Acá es el cerebro del espectador, en todo caso, el que debe buscar cierta lógica en el relato, aunque ese ejercicio intelectual no terminará de ahorrarle los clichés y las escenas un poco melosas del film dirigido por Hany Abu-Assad, que no terminará de satisfacer su deseo. Es probable, en cambio, que el corazón aumente sus latidos mientras crece el romance entre dos personas desconocidas y tan distintas, que se ven obligadas a luchar juntas para sobrevivir tras sufrir un accidente en un avión y quedar varadas en medio de montañas muy alejadas de la civilización.

Si esto sucede es casi exclusivamente gracias a los dos protagonistas, carismáticos y talentosos. La actriz británica tiene la capacidad de transmitir los sentimientos de su personaje con un despliegue mesurado de recursos. Elba no se queda atrás, y no sólo funciona como un galán perfecto, sino que hace creíble el camino que debe recorrer su personaje hasta que descubre las razones por las que el corazón es mucho más que un músculo.