Marguerite

Crítica de Martín Chiavarino - A Sala Llena

Las voces de la posguerra.

En medio de los esfuerzos de Francia por reconstruir su país tras la catástrofe acaecida en su territorio tras la Primera Guerra Mundial, Marguerite, una aristócrata melómana francesa, ingresa en la bohemia parisina tras recibir una crítica favorable de Lucien Beaumont, un crítico musical de un prestigioso diario, luego de un concierto de beneficencia para los niños huérfanos de su país. La crítica del joven periodista y escritor tiene por objetivo en un principio la obtención de favores financieros para sus proyectos vanguardistas, pero pronto le toma cariño a la extraña dama y la ayuda a ingresar en los ambientes bohemios de París.

Marguerite es una mujer rica con un título aristocrático que canta regularmente ópera para un círculo íntimo de amantes de la música, pero no sabe que sus amigos son en realidad aduladores que buscan sus generosas donaciones. La adinerada intérprete canta absolutamente fuera de tono y su marido y sus allegados solo han alimentado la insostenible fantasía de su talento, pero la intrusión de Lucien y su amigo escritor vanguardista, Kyrill Von Priest, sacan a Marguerite del anonimato de los conciertos privados para colocarla en el candelero y generar expectativas sobre su voz. De a poco, su relación con los ambientes bohemios de París se acrecienta tras el escándalo causado en una de sus presentaciones y la posterior ruptura con sus amigos de la aristocracia francesa, y así surge la posibilidad de realizar un concierto en un importante teatro parisino.

El director francés Xavier Giannoli propone a través del personaje de Marguerite una mirada sobre el amor y el arte que pone en jaque todos los presupuestos estéticos a partir de la irrupción de las vanguardias históricas. La película se pregunta tanto por los juicios culturales y los círculos de promoción musical como por la necesidad de la construcción de un público que aprecie esa expresión artística. En este sentido, Marguerite es un film sobre la búsqueda de la voz interior metaforizada en la búsqueda de una voz armónica en la convergencia o el choque de dos mundos que se disputaban el concepto de arte luego del primer conflicto mundial del siglo XX.

La recreación del encanto de París y sus alrededores en Praga es un gran acierto del equipo responsable de una película con interesantes actuaciones y un buen guión basado en hechos reales, que genera más ternura que gracia. La actuación de Catherine Frot como la protagonista logra construir la personalidad de una mujer engañada por su marido, apesadumbrada por la falta de amor y atrapada entre el patético mundo aristocrático (que hoy parece tan lejano para la cultura de lo efímero) y una bohemia kitsch que quería romper con toda las manifestaciones culturales moribundas de la aristocracia (la cual, a su vez, pretendía detentar el monopolio de la belleza).