Maracaibo

Crítica de Néstor Burtone - Otros Cines

Un drama con algunos elementos policiales con sólidas actuaciones y algunas indecisiones narrativas.

A diez años de Arizona Sur y seis de La mala verdad, sus dos experiencias previas en el largometraje, el director Miguel Ángel Rocca vuelve a incursionar en los vínculos filiales con Maracaibo, un drama sobre una pérdida familiar matizado con algunos elementos policiales.

Las dos vertientes del relato tardan un buen rato en confluir. Al principio todo indica que el núcleo gravitará alrededor de la relación entre Facundo (Matías Mayer) y su papá Gustavo (Jorge Marrale). Ya en la escena inicial queda claro que son bien distintos: ambos comparten una jornada de caza, pero el primero se niega a disparar y el segundo no sólo lo hace, sino que da en blanco.


Días después Gustavo lo descubre en la cama con un compañero de facultad, desatando un silencio incómodo entre ambos durante los encuentros posteriores. Encuentros que en realidad son más bien pocos, porque una noche una entradera termina con el hijo muerto y Gustavo y su mujer (Mercedes Morán) en una crisis matrimonial.

El film acompañará a Gustavo en sus constantes visitas constantes a la cárcel para ver al asesino (Nicolás Francella) y el proceso de duelo que, en paralelo, intenta llevar adelante junto al personaje de Morán. Tanto ella como Marrale son dos de los puntos más altos de un film que, más allá de tener algunos logrados momentos, no termina de definir muy bien hacia dónde quiere ir.