Manos de piedra

Crítica de Julián Brennan - Cinergia

Sangre en la boca

Símbolo latinoamericano por la lucha de la liberación del Canal de Panamá de las manos llenas de dinero de los yankees, historico boxeador con dos manos que destrozaron varios rostros, estamos hablando del enorme Roberto “Manos de Piedra” Duran.
El fin comienza de adelante hacia atrás, mostrando cómo Duran conoce a su mítico entrenador Ray Arcel y después cómo fue la vida del boxeador en su pueblo natal El Chorillo, allá en Panamá,en momentos turbios de la historia panameña, donde Estados Unidos acciona violentamente contra una revuelta estudiantil que pedía la devolución del Canal de Panamá.
Una de las cosas a destacar es la banda sonora, con el enorme Rubén Blades, otro símbolo panameño presente durante la musicalización de la película. Las actuaciones son correctas, desde Edgar Ramírez y Ana de Armas (venezolano y cubana, respectivamente) logrando un acento panameño creíble, a Robert de Niro, que poca veces se equivoca.