Lula, el hijo de Brasil

Crítica de Ezequiel Coniglio - CbaNoticias

Lula en pantalla grande

Casi con nombre de telenovela, “Lula, el hijo de Brasil”, recorre la infancia de Luis Inácio da Silva, sus humildes orígenes en Caetés, el conflicto con su figura paterna y su adolescencia, hasta su esplendor sindicalista, en 1980, cuando la banda presidencial era apenas un sueño. A pesar de todas estas condiciones de vida casi cinematográfica, esta película no logra ahondar en profundidad en aspectos esenciales de la configuración de este líder.

La película cae de a ratos en los clichés de buen alumno, excelente esposo, el amor profundo y las escenas de gran romance, y rompiendo con los grandes dramas de su vida real, crea un ambiente pleno de telenovela televisiva, más que de súper producción cinematográfica. De hecho, “Lula, el hijo de Brasil”, es la película más cara en la historia de Brasil: costó más de 10 millones de dólares.

Con presencias actorales realmente notables, tales como el debut de Rui Ricardo Dias en el papel de Lula y Glória Pires como la influyente madre, Lindu, este filme intenta hacer un recorrido casi romántico en la creación de la figura de líder.

En conclusión, es casi imposible ver una película de estas magnitudes y no dejar de pensar en el líder político más importante que ha tenido Brasil en el último decenio, sobre todo dentro del contexto social y político que se vive actualmente en nuestro hermano país.

Aquellos que deseen encontrar un gran fundamento político se verán decepcionados. Este filme nos plantea un “Lula” mítico, un líder con grandes valores y con una historia marcada por altibajos, creando la persona de Luis Inácio da Silva, más que el Presidente “Lula” da Silva.