Luciferina

Crítica de María Fernanda Mugica - La Nación

La ambición es un arma de doble filo también en el cine: se expande la creatividad, pero también puede desbordarse. Algo de eso sucede en el film de Gonzalo Calzada, una buena apuesta que no logra superar ciertos obstáculos. La idea de crear una trilogía de terror en una cinematografía en la que el género todavía está creciendo es muy atractiva, pero aquí la dedicación a la construcción de la mitología va en detrimento de la narración. La mezcla de tópicos de distintas vertientes del cine de terror resulta además en una acumulación barroca que no deja lugar para conectarse con lo que le sucede a la protagonista e interesarse por su historia.