Los padrinos de la boda

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Amigos impresentables

Esta comedia australiana de Stephan Elliott reúne al escritor Dean Craig y a los mismos productores de Muerte en un funeral. Con este antecedente, el espectador seguramente cree que encontrará un film imperdible. No es el caso.

El director de Las aventuras de Priscilla: La reina del desierto elige un casamiento como eje de la acción y el disparate. David (Xavier Samuel, de Crepúsculo) conoce durante las vacaciones a la chica de sus sueños (Laura Brent) y se prometen casamiento. David y sus tres amigos emprenden entonces un viaje desde Londres hasta Australia para llegar a la fastuosa fiesta como padrinos y conocer a los padres de la chica en cuestión.

Los padrinos de la boda (A few best men) tiene un buen comienzo y un ritmo ágil a partir de sus barridos y transiciones, pero la historia se debilita con el correr de los minutos y funciona a manera de sketches. La película está concebida como una comedia de enredos, de las que abundan en el teatro vernáculo, donde las situaciones se complican más de lo debido y transforman la reunión en un verdadero descalabro.

La trama va desde la torpeza de los amigos del protagonista (traumas varios y abandonos) hasta un bolso recogido por equivocación que pertenece a un dealer (que dirá presente en la fiesta) y una cabra campeona que se come la "mercancía. La mejor parte, o al menos, la más divertida, la tiene la madre de la novia, papel que lleva adelante una irreconocible Olivia Newton John. Otras situaciones escatológicas completan el marco de esta propuesta que podría haber sido realmente La fiesta inolvidable. El caos está servido.