Los Muppets

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

LA MAGIA ESTA DE VUELTA

En el pasado siglo, a mediados de la década del cincuenta, un joven llamado Jim Henson tomó un viejo abrigo de su madre, un par de pelotas de ping pong y con un corte por ahí y otro por allá creó una títere de mano similar a un lagartija. Unos años después ese muñeco algo indefinido tomó forma y -cambio más, cambio menos- se convirtió en la rana que durante años, doblaje mediante, conocimos como René y que ahora por esas cosas del marketing global se nos presenta como Kermit. Henson creó además una galería de personajes entrañables que fueron presentados en "Plaza Sésamo", show educativo infantil, y otros que cobraron notoriedad en "El Show de los Muppets" de 1976. Desde entonces tanto René como Miss Piggy, Animal o Figaredo, por citar algunos, han sido personajes populares en todo el mundo.
En esta nueva película, Gary (Jason Segel) junto a su hermano Walter, que es un muppet pero aún lo sabe, crecen viendo los programas de tv que tienen a la rana y cía como protagonistas. Son fanáticos a tal punto que cuando Gary emprende un viaje de compromiso con su novia también lleva a Walter para que visite los estudios donde se hacían los shows. Es durante esa visita que Walter descubre algo terrible: un ambicioso y desalmado empresario desea destruir esos estudios para hacer un negocio inmobiliario.
Con la información caliente Walter emprende la tarea de encontrar a la rana Kermit y al resto del grupo para que hagan un último show que sirva para recaudar el dinero necesario para salvar los estudios.
La aventura está repleta de gags, la mayoría de ellos efectivos. Este cronista disfrutó y rió hasta las lágrimas con más de una escena, especialmente la del cuarteto de barberos cuando "atienden" a un castigado Jack Black, uno de los que se prestaron al juego de cameos que incluye a Alan Arkin, Mickey Rooney, Dave Grohl y Whoopi Goldberg entre otros.
Tanto Jason Siegel como Amy Adams acompañan a las verdaderas estrellas de la película asumiendo claramente su rol. El estilo de humor de los Muppets se remite a la base de la comedia, al sinsentido, a lo disparatado. Nadie se puede quedar afuera, todos pueden disfrutarla, desde el niño hasta el abuelo. Y eso es muy bueno en los tiempos que corren.
La propuesta de "Los Muppets" nos deja un par de cuestiones que no son menores frente al tipo de cine que vemos ultimamente. En primer lugar, la idea de una construcción colectiva, donde no hay héroes individuales sino un éxito obtenido gracias al trabajo en común. Y por otra parte, el hecho que los más chicos puedan volver a disfrutar de un viejo arte que no requiere de costosas tecnologías ni extraños artilugios, solo de un poco de imaginación y complicidad para que la magia se haga realidad, esa magia creada por el joven Henson hace más de medio siglo.