Los insólitos peces gato

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Una historia de amistad

En su debut, la mexicana Claudia Sainte-Luce cuenta una historia autobiográfica, dramática pero atenuada por un tono familiar y al borde de lo empalagoso. Claudia (Ximena Ayala), una huérfana de 22 años, se despierta una noche con dolores abdominales y termina siendo operada de peritonitis en la clínica de la ciudad. Al principio se muestra hosca, más preocupada por retornar a su casa y su trabajo en el supermercado, pero durante la internación se genera una amistad con Mónica (Lisa Owen), hospitalizada en la cama vecina por su infección HIV.
Madre de cuatro hijos de distinto padre (el último de los cuales, su verdadero amor, fue quien la infectó), Mónica invita a Claudia a visitar su hogar una vez que ambas son dadas de alta. Luego de una escena inicial rodada cámara en mano (cuando Claudia ingresa al hogar) con un claro estilo Dogma, Los insólitos peces gato es una película de corte sentimentalista, sin ningún grado de tensión. Pese a todo, un cuidado debut de Sainte-Luce, que seguramente repuntará en próximos trabajos.