Los hongos

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Desde Colombia, dirigida por Oscar Ruiz Navia, llegan “Los Hongos”, una oda a la expresión principalmente, acá más que nada a través del arte callejero.
A lo largo de poco más de 100 minutos, la película sigue a dos adolescentes, distintos y de diferentes familias y situaciones, a quienes el amor por el arte callejero, por los graffities, por expresarse a través de murales con color, los une. Es sólo a escondidas que pueden expresarse a través de este arte, donde cada tanto son detenidos por la policía.
“Los hongos” está protagonizada por artistas reales, actores no profesionales, que ayudaron a darle forma al guión junto al director. Esto imprime al relato de mucho intimismo, acercándonos a sus personajes de un modo natural (se sabe que hay mucha improvisación), porque lo cierto es que más allá de no ser profesionales cada uno está muy bien en su papel.
Una película urbana, que sucede en la ciudad de Cali, ecléctica, pero en general (porque en realidad la película es tan ecléctica como la ciudad que la enmarca) con una narración más bien tranquila. Sin una estructura tan clásica, la película funciona más bien como un retrato, nos hace testigos de la vida de estos dos personajes, y de una manera más bien íntima nos permite acercarnos a ellos. Parece deambular sin rumbo al igual que sus protagonistas, sí, pero siempre se los percibe además enérgicos.
“El problema es el billete”. “Sí, el problema siempre es el billete”. Temas como el amor fraternal, la amistad, la juventud, el sexo, la crítica social y sobre todo la necesidad imperiosa que un artista tiene de crear son algunos de los que dan forma a una película extraña, a la que probablemente le sobren algunos minutos, en especial durante su primera parte. Lo cierto es que la historia, lo que nos interesa, tarda en arrancar. Pero es un retrato que se percibe honesto y fresco.