Los hombres que no amaban a las mujeres

Crítica de Noemi Duschkin - El rincón del cinéfilo

Venturosa carta de presentación de un nuevo realizador escandinavo

“Los hombres que no amaban a las mujeres” es la primera parte de la trilogía de novelas “Millennium”, escrita por Stieg Larsson, que ha vendido más de diez millones de ejemplares en todo el mundo. Por desgracia, Larsson no vivió para ver el fenómeno en que se ha convertido su obra pues murió repentinamente (a los 50 años, el 02 de septiembre de 2004), poco después de entregar los manuscritos a su editor sueco. La historia está centrada en la primera etapa de la saga, de complejo entramado, crudo y violento, formulando una severa crítica a una sociedad turbia, discriminatoria e insensible.

Primero de noviembre, Henrik Vanger (Sven-Bertil Taube), cumple 82 años. Se encuentra abriendo ese regalo anónimo que recibe en cada cumpleaños desde hace ya casi cuatro décadas. Como cada año, el paquete, sin ninguna carta, contiene una flor prensada puesta sobre papel, enmarcada con un cristal y un marco sencillo de 29 x 16 cm., un marco que cualquiera podría hacerlo en su casa. La clase de flor varía en cada envío, pero siempre se trata de especies hermosas y, en general, relativamente rara. Esta vez es una flor blanca.

Mikael Blomksist (Michael Nyqvist) es declarado culpable por calumnias, injurias y difamación siendo condeno a tres meses de prisión y al pago de 150 mil coronas de indemnización por daños y perjuicios al empresario Wennerström. La carrera periodística de Mikael es amplia y prestigiosa, habiendo publicado numerosos trabajos acompañados de sólida documentación. En el juicio, ni siquiera se defendió, algo que no cierra con su perfil. Es evidente que en “el caso Wennerström” le tendieron una trampa.

Mikael junto a Erika Berger (Lena Endre) son los dueños de la revista “Millennium”, lo que da nombre a la trilogía escrita por Stieg Larsson, una revista comprometida con una sociedad.donde los integrantes no temen denunciar cualquier situación a riesgo de su propia vida

La participación de Erika en la trilogía es importante. Gracias a ese personaje conocemos las características emocionales de dos personajes principales de la saga: Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander (Noomi Raàce). Los guionistas y el realizador al relativizar el rol de Erika en la adaptación, le quita a dichos personajes de emociones que derivan en un final diferente al sustentado por el libro.

El 22 de septiembre de 1966, día del niño, Harriet Vanger, sobrina de Henrik Vanger, desaparece. Al día de hoy su cuerpo no fue hallado. No se sabe nada, aunque se sospecha que fue asesinada. Henrik -propietario de las empresas Vanger, empresas libres de toda sospecha y que proveen a Suecia de elementos para el confort y bienestar social-, con sus 82 años de edad sabe que le queda poco de vida, por eso le pide a Mikael que lo ayude a resolver el misterio. Mikael está completamente seguro de que no logrará resolverlo, pero cede ante la presión de Henrik. Una de las condiciones que pone el empresario es que tiene que pasar el año en Hedestad, en la isla de Hedeby, salvo los tres meses en que debe cumplir la sentencia judicial. El periodista acepta la propuesta y comienza su investigación respecto de la desaparición de Harriet. En estas circunstancias conoce a Lisbeth Salander, (protagonista de la trilogía “Millennium”). Se trata de una mujer de 24 años, pero por su aspecto parece una adolescente. Pálida, casi anoréxica, aunque come mucho, pelo corto y piercings en la nariz y en las cejas., y en el cuello lleva tatuada una abeja de dos centímetros de largo y su espalda está casi cubierta por el tatuaje de un dragón.

Una investigación que pondrá sus vidas en peligro y que mostrará las formas más crueles del maltrato y la violencia hacia la mujer.

Lisbeth, después de ocurrido “todo lo malo” debe someterse a un tutor. “Todo lo malo” es uno de los ingredientes a descubrir a lo largo de la trilogía.

Se le asigna un tutor a alguien que es declarado incapacitado legalmente. El punto es que, desde 1989, ya no existe el concepto de “incapacidad legal” para las personas adultas. Sin embargo, el gobierno sueco sigue aplicándolo hacia la persona de Lisbeth.

Hay dos maneras de ejercer el tutelaje: con un tutor y con un administrador. Un tutor actúa de forma voluntaria prestando ayuda a personas que, por diferentes motivos, tienen problemas para apañárselas en su vida diaria, pagar las facturas o cuidar de su higiene personal. Por lo general, se designa como tutor a un familiar o a un conocido. Si tal persona no existiera, son las autoridades sociales las encargadas de designarlo. El tutor ejerce una forma leve de tutelaje en la cual, el principal afectado –la persona declarada incapacitada- controla sus bienes y en la que las decisiones se toman de mutuo acuerdo.

La otra manera es aquella en la cual el administrador ejerce una forma de control más estricta, en la que el sujeto en cuestión es privado de su derecho a disponer de su dinero y de tomar decisiones en diferentes asuntos.

En Suecia, hay más de cuatro mil personas con administradores. Las razones más frecuentes suelen ser una enfermedad psíquica manifiesta o una enfermedad psíquica combinada con graves abusos de alcohol o narcóticos. Una pequeña parte la componen individuos con demencia senil y un número llamativamente alto de personas jóvenes de 35 años o menores. Una de ellas es Lisbeth Salander. Privar a una persona del control de su propia vida –de su cuenta corriente- es una de las medidas más humillantes a las que puede recurrir una democracia.

Lisbeth no sólo será humillada, sino, además, abusada por un tutor nuevo que le asignan: Nils Bjurman (Peter Andersson).Dicho abuso tendrá bastantes consecuencias que llegarán a su climax en “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” (Millennium 2), para tendrán un desenlace sorprendente en “La reina en el palacio de las corrientes de aire” (Millennium 3).

Larsson no duda en mostrar una Suecia que no es la del cuento de hadas. Que, también, como en otros lugares del mundo, oprime a sus habitantes en nombre de la democracia. Una Suecia oscura y corrupta.

Los guionistas Nicolaj Arcel y Rasmus Herderberg realizaron una muy buena adaptación, más allá de las diferencias narrativa que se puede observar en relación con la novela, las que no afecta la esencia del original Respeta sustancialmente el tema, la historia desarrollada y el objetivo que aflora en la obra literaria.

Por su parte Niels Arden Oplev (dinamarqués de 49 años) encaró su quinto largometraje (el primero que se estrena en el circuito comercial de la Argentina) “como un drama mezclado con misterio” considerando a “Lisbeth una oscura rebelde y Blomqvist un perro guardián de izquierdas”. Se propuso “hacer una película con emociones fuertes, personajes fuertes y contravertidos, una historia intrigante Ese es mi sello, y es algo que ya estaba presente en los libros.” Además “quería que todas las pequeñas pistas y detalles del libro de Larsson estuvieron ahí, viejas fotos, viejas filmaciones del accidente del puente, Lisbeth con su memoria fotográfica... quería que la película fuera atrevida como el libro, que es capaz de mostrar una cara oscura de la sociedad.” Al ver esta producción se puede apreciar que el resultado es ampliamente positivo por la densa atmósfera que persiste con singular dramatismo, manteniendo en el espectador un sostenido interés durante los 151 minutos sin desperdicio, sustentados con inteligencia y claridad desde los encuadres hasta la compaginación, incluidas fotografía, ambientación y música, con un elenco integrado por actrices y actores de buen nivel y equilibrada calidad.

Lo que Larsson quiso sugirió y propuso literariamente, Niels lo respetó traduciéndolo en imágenes que no dejan indiferente al cinéfilo.

La expectativa queda abierta para la llegada de Millennium 2: “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, cuyo estreno podría tener lugar antes de fin de este año, y Millennium 3.” La reina en el palacio de las corrientes de aire”, que llegaría a los cines durante el 2011. Las historias nos van a presentar, por un lado, toda una investigación sobre el trafficking –trata de blancas- y la forma más cruel e impune de este delito; por otro, una investigación que lleva a la muerte al periodista Dag Svensson y a la criminóloga Mia Bergma. Esto, a su vez, llevará a una red intrincada donde Milton Security, Mikael Blomksist, Erika Berger, Lisbeth Salander y nuevos personajes se verán atrapados en la misma, culminando la tercera y última parte en juego de intrigas donde todas las partes parecen llevar las de ganar y nos mantendrá en vilo hasta las hojas finales de esta historia.

Millennium, es una trilogía recomendable para ser leída y, al menos en la traslación a imágenes del primer libro, para ser vista y mirada con detención..