Los extraños: cacería nocturna

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Los extraños que tocan a tu puerta vuelven en una segunda parte llamada Los extraños: Cacería Nocturna. Esta vez su creador original Bryan Bertino se encarga del guion y dirige Johannes Roberts (A 47 metros).
Cindy (Christina Hendricks) y Mike (Martin Henderson) emprenden un viaje en auto con su rebelde hija adolescente (Bailee Madison) y su hijo Luke (Lewis Pullman). Paran en un camping de casas rodantes pero esa noche un par de extraños con máscaras y capuchas los persiguen intentando matarlos uno por uno. Deberán unirse si quieren sobrevivir.

Esta cinta slasher hace eco de clásicos de los ’70 y los ’80 como La masacre de Texas o Las colinas tienen ojos donde figuras sin rostros o motivos aparentes persiguen a los protagonistas en páramos desolados y sin ayuda. En esta oportunidad lo único que acompaña a los asesinos es la canción Total Eclipse of the Heart, una manera de potenciar la referencia mencionada al hacer un choque entre la balada y las escenas sanguinarias que muestran.

El problema principal de la película son las actuaciones. Ni Christina Hendricks de Mad Men puede imponer su carisma y a la mitad de la película el público va a ponerse más del lado de los villanos que de los héroes al no poder generar empatía por la evolución de los personajes al final.