Los caminos de Cuba

Crítica de Mariana Zabaleta - Subjetiva

Se estrena comercialmente en Cine.Ar el 6 de agosto.

Cuba nos une en extranjero suelo,

Tantos fueron y son los apasionados aventureros que tienen por destino la joya del Caribe, este relato es uno más, que con humanista modestia, se embarca en un mar de incógnitas en búsqueda de asir una simple respuesta. Construido como un diario de viajante, el documental de Luciano Nacci entrega momentos de sublime belleza y relatos pregnados de lucidez.

Auras de Cuba nuestro amor desea:

Comprometidos con llevar la cámara más allá de las postales la película migra continuamente de la ciudad al campo. El contraste es significativo y concluyente; Cuba es colores y fiesta, ciudades donde la vorágine contemporánea desacelera entregado tiempo a la música y el baile en sus veredas. El testimonio de los músicos consolida una generación que anuncia su relevo, satisfechos con su misión se saben auténticos portadores del son.

Cuba es tu corazón, Cuba es mi cielo,

Los ojos miran a cámara, prístinos portales al selvático terruño. Los relatos de la vida del campesinado entregan notables reflexiones, cargados de sentir y bellas palabras. Las meditaciones sobre su hacer constituyen los testimonios más pujantes de la Revolución. Héroes del pueblo, nunca serán monumento, su sentir es el del propio peso del trabajo bajo el sol. Hombres y mujeres, ancianos y niños que sudan tradición, que se saben parte del proceso de labor. El cuerpo se rompe, se destruye como lo hacen todas las herramientas al trabajar el suelo del que provienen.

Cuba en tu libro mi palabra sea.

Revolución se cristaliza junto a tradición, el dialecto tan rico y antiguo, el cultivo y la crianza de animales, el tejido y la música popular son estandartes de lucha. Sus testigos son emblemas vivientes de una Revolución vibrante que nos emociona y convoca. Salud a la gran virtud de los realizadores de esta cinta, jóvenes entendidos en el espíritu de trabajo Latinoamericano.

LOS CAMINOS DE CUBA
Los caminos de Cuba. Argentina, 2019.
Dirección y guion: Luciano Nacci. Director de Fotografía: Pablo Franco. Sonido: Luciano Nacci. Montaje: Luciano Nacci. Duración: 61 minutos