Lolo, el hijo de mi novia

Crítica de Laura Petroff - El Lado G

Julie Delpy vuelve a entrar en modo Chuck Norris, mientras dirige, produce y protagoniza esta película disfrazada de comedia americana (y no es ninguna de las dos cosas).

Después de tantos años de historia, la comedia romántica obedece casi siempre a un formato designado. A veces se intenta experimentar con premisas un poco más raras (como Kate & Leopold (2001), que logró que muchas mamás vean por primera vez una película de viajes en el tiempo), pero la idea no cambia mucho. Hay distintos estilos, alteraciones simples, enfoques variados según la edad del público a la que se apunta, y aún así la historia siempre es igual. Lolo es una más pero cocinada distinto.

Cuando Violette viaja a un pequeño pueblo de vacaciones con una amiga, conoce a un programador medio bruto y poco refinado llamado Jean-René, que está por mudarse a París. Juntos comienzan una relación romántica pero alguien, disimuladamente, se interpone: al hijo de Violette, Lolo, no le agrada compartir la atención de su madre. Mediante astutas y calculadas artimañas crea situaciones graciosas para el público y desesperantes para los personajes. La caracterización de los personajes es muy fresca a pesar de estar casi todos circunscritos a estereotipos ya vistos mil veces en comedias de este tipo. La relación entre Violette y su mejor amiga Ariane se siente muy natural, es algo que da gusto ver. A pesar de estar repleta de chistes más bien clásicos, es refrescante ver a dos mujeres maduras ser amigas en buenos términos, y que los conflictos de la película no estén dados por el ya cansador cliché de “Éramos amigas pero ya no”.

Lolo es la sexta película dirigida por Julie Delpy, una francesa-americana que acostumbra a actuar en dichas películas, además de a veces producir y escribir. Es conocida por su papel de Celine en la trilogía de Antes del Amanecer y muchas comedias, entre ellas 2 Days in New York, con Chris Rock. La acompañan Dany Boon, frecuente estrella en comedias francesas como Supercondriaque y Vincent Lacoste, un joven actor con (también) unas cuantas comedias en su haber a pesar de haber empezado en el cine en 2009. Karin Viard, que interpreta a la mejor amiga de Delpy, estuvo en las pantallas argentinas recientemente con su papel de Gigi en La Familia Belier (La Famille Bélier, 2014), aunque su currículum está más ocupado por dramas que por comedias. Los cuatro hacen un equipo excelente tanto juntos como separados y a pesar de que muchas situaciones en el guión son verdaderamente desafortunadas, son capaces de hacerlo más leve y llevarnos entre risas hacia la conclusión.