Logan

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Hugh Jackman se despide del personaje de Logan en una película totalmente diferente a la saga X-Men; dirigida por James Mangold (Wolverine: Inmortal).
La historia se ubica unos años en el futuro, en donde los mutantes han desaparecido; y Logan dedica su tiempo ha manejar una limusina y conseguir medicamentos a un enfermo y senil Charles Xavier (Patrick Stewart). Su rutina se acaba cuando una mujer le pide que cuide de una niña y la ayude a cruzar la frontera; mientras es perseguido por un grupo militar.

Wolverine ha tenido varias apariciones en la saga X-Men desde el 2000 hasta la actualidad; pero por primera vez, el protagonista tiene un tono solemne; fuera de la excentricidad de las películas de super heroes.

Por un lado, el film cambia su clasificación para mayores de 18 años (algo que se debe al éxito de Deadpool). Pero mientras que el personaje interpretado por Ryan Reynolds, usaba la comedia para exponer su sátira verbal; y algunos toques de sangre. En Logan, la comedia tiene poco lugar, y la historia es un drama con muchas escenas sanguinarias. Pero lo más extraño, es que en ningun momento hace abuso de esta técnica para complacer a cierto tipo de público; por el contrario, el film funcionaría de todas maneras sin este detalle.

A la par, la realidad de los personajes es única; ni en Marvel/Disney, ni en DC/Warner; ni en ninguna de las anteriores películas de FOX/X-Men; se ha visto la credibilidad de los personajes frente a las situaciones que enfrentan. No son super heroes; no quieren serlos. Están abatidos y cansados. En un mundo que les parece desconocido (incluso para el espectador ya que el guión no ahonda en el contexto o el fuera de campo). Todo esto se refuerza con la estrecha relación que como actores han armado Patrick Stewart y Hugh Jackman en estos diecisiete años. Y en esta road movie de dos amigos en la carretera; se involucra una niña, que en su silencio, hace la trinidad perfecta.

Laura Kinney/X-23; interpretada por una joven Dafne Keen; logra darle el toque emocional a la película. Su relación de aprendiz/hija con Wolverine; es algo sacado de un manual de guión. Y esta tán pulido, que funciona. Y lo más probable es que el público demande una película en solitario de esta nueva protagonista.

Incluso Mangold es inteligente en no caer en el problema de la debilidad de las figuras en los villanos; algo que no paso en X-Men: Días del futuro pasado pero si en X-Men: Apocalipsis. Aquí son mercenarios, a las ordenes de un científico que reactivo el proyecto X. Se suma una sorpresa, que es no mejor revelar para mantener el misterio.