Locos dementes

Crítica de Nicolas Mancini - Cinescondite

1375 años le hubieran llevado a Philip Johnson conseguir todo el dinero que se robó en 1997. Sin el trabajo soñado, comprometido con una mujer que no quería y ganando 7 dólares por hora durante 10 años, el empleado se hizo famoso de un día para el otro. La tarde del 29 de marzo se fugó en un camión de caudales de la empresa en la que trabajaba -Loomis Fargo- con 17 millones de dólares. Jared Hess, director de Napoleon Dynamite y Nacho Libre, lleva la historia al cine con un super-reparto de comediantes a la cabeza. Pero aunque la travesía de Johnson -en la película es Dave Ghantt- contenga todos los condimentos para crear la comedia perfecta, hay veces que la ecuación no funciona.