Leyenda: La profesión de la violencia

Crítica de Jessica Blady - Malditos Nerds - Vorterix

Tom Hardy sigue sumando grandes personajes a una carrera bastante impresionante. En esta oportunidad se pone en el doble papel de los gemelos Kray, mafiosos londinenses que mezclaron la violencia, los negocios y el placer, e hicieron estragos en las décadas del cincuenta y el sesenta.
Como espectadores, estamos bastante familiarizados con las mafias ítalo-americanas y sus historias de ascenso y caída. El director de “Revancha” (Payback, 1999), Brian Helgeland -más conocido por los oscarizados guiones de “Los Ángeles al Desnudo” (L.A. Confidential, 1997) y “Río Místico” (Mystic River, 2003)-, se mete con una historia basada en hechos reales para introducirnos en el mundo criminal de Gran Bretaña.
Tomando como punto de partida el libro de John Pearson “The Profession of Violence: The Rise and Fall of the Kray Twins”, “Leyenda: Profesión de la Violencia” (Legend, 2015) narra una parte de la vida de Ronald y Reginald Kray (ambos interpretados por Tom Hardy, obvio), justo el momento en que pretenden ampliar sus “negocios” hacia el West End londinense, mucho más glamoroso que la parte Este que los vio nacer.
Enmascarados tras la propiedad de varios bares y clubes nocturnos, el dúo criminal mantuvo en vilo a la ciudad durante años, y al oficial Nipper Read (Christopher Eccleston) que siempre estuvo tras sus pasos.
El foco de esta historia está puesto, principalmente, en la relación que se establece entre Reggie (el más pragmático y “calmado” de los Kray) y la bella Frances Shea (Emily Browning), la chica que se enamora del criminal y piensa que podrá enderezarlo y transformarlo en un tipo de bien.
El problema es su hermano Ronnie, un violento patológico y esquizofrénico que, tras ser liberado del hospital psiquiátrico, contribuye en los negocios y en los problemas. Pero no podemos achacarle toda la culpa ya que a estos hermanos los une no sólo la sangre, sino la ambición en un mundo que se va hincando a sus pies gracias a la extorsión y la fuerza bruta.
“Leyenda: Profesión de la Violencia” no nos cuenta nada que no hayamos visto antes. Es Tom Hardy quien más se destaca en esta historia, logrando convencernos de su doble papel, más que nada porque Ronald y Reginald son muy diferentes más allá de lo físico, y el actor logró captar cada una de estas sutilezas.
Al recientemente nominado al Oscar por “El Renacido” (The Revenant, 2015) lo acompaña un gran elenco secundario de caras conocidas -Colin Morgan, David Thewlis, Chazz Palminteri, Tara Fitzgerald, Taron Egerton-, aunque no alcanza para convertirse en una gran película del género que se destaque, más allá de una cuidadísima puesta en escena que rescata el glamour y la música de los años sesenta, y varias situaciones que maridan el humor con la violencia extrema.
El problema principal de “Leyenda: Profesión de la Violencia” es que se enfoca demasiado en la relación amorosa y no en la trama criminal. Así, la historia se vuelve confusa (genéricamente hablando) y demasiado melosa, cuando sería más interesante hacer eco en la relación fraternal, mucho más interesante.

Así y todo, la película no defrauda y es una gran opción para los amantes del género gansteril. Una visión diferente (del otro lado del charco) de cómo lidian las familias con sus negocios más turbios. Violencia, un poco de romance y Tom Hardy por partida doble. Para empezar no está nada mal y bien vale el precio de la entrada, aunque no sea una genialidad.

Dirección: Brian Helgeland
Guión: Brian Helgeland
Elenco: Tom Hary, Emily Browning, Colin Morgan, David Thewlis, Christopher Eccleston, Chazz Palminteri, Tara Fitzgerald, Taron Egerton.