León, reflejos de una pasión

Crítica de Fausto Nicolás Balbi - CineramaPlus+

INOLVIDABLE

La historia del Basquet argentino se forjó a fuerza de nombres propios que construyeron carreras legendarias, campeones mundiales, olímpicos, jugadores históricos de la liga bahiense y porteña. Pero solo León David Najnudel, junto al pequeño grupo que lo acompañó durante años en sus sueños ligueros, logró crear una obra que lo trascendiera, y cambiar definitivamente la historia del básquet en nuestro país.

“León, reflejos de una pasión” se nutre de las voces de familiares, amigos y discípulos de León, y tiene el tono apologético que este prócer del deporte merece. Con sus relatos Adrián Paenza, Luís Bonini, Chiche Gornatti, Julio Lamas y Nene Najnudel, entre otros, realizan una sentida semblanza de este ilustre del deporte nacional, y cuentan anécdotas que nos permiten imaginar que la vida y obra de León son dignas de un biopic en un país donde lamentablemente no hay tradición de cine sobre basquetbol.

Entre las fallas del filme se puede mencionar ciertos problemas en el sonido a la hora de grabar (seguramente por Skype) a Emanuel Ginóbili. Y el mayor acierto, cabe mencionar, se da al comienzo con el relato de Víctor Hugo Morales el día que, varios años después de la muerte de León, “los hijos de la liga” obtuvieron el logro más grande de la historia del deporte argentino, la medalla dorada en Atenas.

La verdad es que me cuesta imaginar cual es el interés que este documental puede generar en un público completamente ajeno al mundo del básquet, pero para los que alguna vez disfrutamos de su Liga Nacional de Básquet, o fuimos a un estadio y lo vimos en la cancha, el filme genera una emoción que puede llegar hasta las lágrimas, porque a León David Najnudel nunca lo vamos a olvidar.

Por Fausto Nicolás Balbi
@FaustoNB